El Nàstic ha incorporado ocho futbolistas este verano. Ocho jugadores que deberían mejorar la plantilla. De todos ellos, solo dos refuerzos han figurado en el once inicial: Gorostidi (en los dos encuentros) y Andy Escudero, que inició ante la UD Logroñés). Tirlea, Montes, Aarón Rey y Guillermo Fernández han tenido muchos minutos demostrando su utilidad en función de las necesidades del rival.
Sin embargo, dos de los recién llegados a Tarragona no han tenido la oportunidad si quiera de debutar en partido oficial: Maurizio Pochettino y Josema.
Josema fue el primer fichaje del Nàstic para la temporada 2022/23. El futbolista, procedente del Linares, venía para ocupar la posición que dejaba Aythami Artiles, retirado, y antes la incertidumbre sobre la continuidad de Quintanilla y Trilles. Llegó con la confianza de que podía competir con ambos, en el caso de que los dos futbolistas acabaran renovando -como así sucedió- e incluso arrebatarle el puesto al que se durmiera. Pero lo cierto es que no parece que pueda ser capaz de conseguirlo, más allá de alguna ausencia obligada de cualquiera.
En pretemporada Josema no ha conseguido mostrar esa imagen imponente que lucía en Jaén. En el Linares Deportivo el central madrileño era uno de los pilares. Un futbolista que ofrecía seguridad a la línea tanto a nivel defensivo, como a la hora de sacar el balón con su zurda y con elevadas prestaciones en las acciones a balón parado. Ninguna de esas virtudes han relucido en los minutos de pretemporada. Más bien lo contrario. Los nervios o las ganas de gustar han provocado que cometiera fallos graves. Unos errores que en un equipo como el Nàstic lastran. Aunque se comentan en partidos amistosos. La lupa está fija desde el mismo momento en el que se viste con la camiseta grana.
Josema ha quedado marcado por el rendimiento en los compromisos de preparación y deberá trabajar para recuperar la credibilidad y demostrar que su fichaje fue un acierto.
El caso de Maurizio Pochettino es algo diferente. Su incorporación, más allá del apellido que haya influido o no, se entiende dentro de la necesidad de dar descanso a Robert Simón. Al menos, esa es la idea con la que partía el club. Ofrecer reposo a un jugador, el badalonense, que la pasada temporada llegó asfixiado al tramo final. Sin embargo, cuando Raül Agné ha tenido que relevar a Simón ha elegido antes a Andy Escudero y Aarón Rey como sustitutos, dejando al extremo ex del Watford sin poder disfrutar de un minuto.
La irrupción de Marc Álvarez ha jugado en su contra. El futbolista de Torredembarra se ha ganado un puesto en el once y su presencia, como si de una cadena se tratara, ha restado tiempo de juego a otros compañeros. El principal afectado ha sido Pochettino que pese a calentar se ha quedado sin debutar en las dos primeras jornadas de la competición liguera.
En pretemporada, el extremo barcelonés ha ofrecido algún detalle, con movilidad entre líneas y verticalidad, pero sin destacar. Ni para bien, ni para mal.
Seguramente, ambos futbolistas tendrán su oportunidad. Aunque Agné suele tener un número determinado de jugadores de su confianza, habrá lesiones y sanciones que le hará ampliar ese círculo y confiar en otros futbolistas. Josema y Maurizo Pochettino deberán esperar a ese momento. A esa ventana que la competición les abrirá en cualquier momento para hacerse un hueco y convencer al técnico de que pueden ser válidos de cara al objetivo de ascender.
De momento, les toca trabajar para, como mínimo, debutar con el Nàstic.