El Nàstic de Tarragona parece estar marcado por una extraña coincidencia que, más que casualidad, algunos ya comienzan a percibir como una «maldición». El 22 de junio de 2024, el equipo perdió la posibilidad de ascender a Segunda División tras un gol en el descuento del Málaga, en la final del playoff. Nueve meses después, el 22 de marzo de 2025, el Nàstic volvió a vivir una pesadilla similar en el Estadio Ruta de la Plata de Zamora, cuando un gol del equipo local en los últimos segundos del partido hizo que los granas se tuvieran que conformar con un empate, aunque sus opciones de ascenso siguen intactas al estar en puestos de promoción.
La «maldición» del 22
Al Nàstic le trae mal augurio la misma fecha: el 22. En junio de 2024, la final del playoff contra el Málaga parecía ser la oportunidad definitiva para el ascenso a Segunda, pero un gol en el descuento de la prórroga de Antonio Cordero dejó al equipo sin premio, haciendo que el sueño del ascenso se rompiera en mil pedazos. Exactamente nueve meses después, el Nàstic visitó al Zamora en un partido crucial para seguir en la lucha por la promoción, pero el empate en el descuento volvió a arrebatarles dos puntos que pueden lamentar en el final de curso.
La conexión entre ambos eventos
Lo que une ambos partidos no es solo la fecha, sino las circunstancias en las que se producen. En ambas situaciones, el Nàstic estuvo cerca de lograr el objetivo, pero una jugada desafortunada en los últimos minutos les arrebató lo que parecía casi asegurado. En el caso del playoff, el gol de Málaga destruyó el sueño del ascenso, mientras que en Zamora, el empate en el descuento truncó una victoria que habría puesto a los granas a ocho puntos del líder, la Cultural, y le hubiese consolidado en la tercera posición de la tabla.
¿Una «maldición» o simple casualidad?
Aunque algunos en Tarragona ya hablan de una «maldición del 22», lo cierto es que estos reveses podrían ser más una serie de circunstancias desafortunadas que una verdadera superstición. No obstante, el equipo sigue luchando por mantener su posición en los playoff, con la esperanza de que, en esta ocasión, el destino les favorezca cuando realmente lo necesiten.
El Nàstic tiene por delante nueve jornadas para asegurar su clasificación a la promoción de ascenso a Segunda División, pero la sombra del 22 sigue persiguiendo al equipo. Si la historia se repite, el equipo tendrá que lidiar con la presión de los recuerdos y buscar la manera de superar ese destino aparentemente marcado por el 22. Con la afición al lado, los tarraconenses esperan que esta «maldición» se quede atrás y que el final de la temporada sea feliz, dejando atrás las sombras de esas fechas fatídicas.
