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Laporta sacude el estreno de Louzán como anfitrión de un torneo de la RFEF

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) expresó su respeto por la decisión del CSD en beneficio de «un gran club como el Barcelona», al tiempo que animó a que «haya paz y concordia en el fútbol español»

09 enero 2025 11:40 | Actualizado a 09 enero 2025 11:48
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Tres semanas después de ser elegido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán se ha estrenado en Arabia Saudí como anfitrión en un torneo, la Supercopa, una puesta de largo marcada por el controvertido comportamiento del máximo responsable del Barcelona, Joan Laporta, tras conocer la decisión sobre Dani Olmo y Pau Víctor.

La semifinal disputada por el equipo azulgrana y el Athletic Club en Yeda ayer, miércoles, fue el marco del estreno de Louzán, pero la noticia conocida una hora antes de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) concedía la cautelar para que Olmo y Víctor pudieran ser reinscritos, en contra del criterio de LaLiga y la RFEF, sacudió la convivencia institucional.

El corte de mangas de un enfervorecido Laporta al llegar al estadio King Abdullah y sus gritos ante los directivos de la RFEF en el palco agitaron el ambiente, que solo tuvo como tregua la foto institucional que Louzán se hizo con el mandatario culé y con su homólogo del Athletic, Jon Uriarte, antes de comenzar el partido en el tradicional intercambio de obsequios.

En el descanso, Louzán expresó su respeto por la decisión del CSD en beneficio de «un gran club como el Barcelona», al tiempo que animó a que «haya paz y concordia en el fútbol español». El caso Olmo y la tensión con Laporta suponen la primera gran crisis a la que tiene que hacer frente el presidente de la RFEF desde su llegada al cargo.

Antes de viajar a Arabia Saudí el pasado lunes, dejó los deberes hechos al constituir la nueva junta directiva con la que trasladó una imagen de unidad entre los distintos estamentos del fútbol, al nombrar como vicepresidentes a los máximos cargos de LaLiga, Javier Tebas, de la Liga F, Beatriz Álvarez, y del sindicato de jugadores AFE, David Aganzo.

La única grieta fue la ausencia en la junta de Laporta y del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quienes renunciaron a formar parte de ella en noviembre de 2023 con la justificación de no interferir en el proceso electoral de la RFEF.

El presidente de la RFEF se ha emplazado a dar en su momento explicaciones sobre la resolución del CSD mientras prosigue como anfitrión de la Supercopa, con la segunda semifinal esta noche entre el Real Madrid y el Mallorca, en la que no ha confirmado su presencia Florentino Pérez, quién sí estaría seguro en una eventual final contra el Barcelona.

Louzán viajó el lunes en el vuelo chárter fletado por la federación que trasladó a una nutrida representación compuesta, entre otros, por directivos y barones territoriales, así como por el presidente del Comité Técnico de Árbitros, Luis Medina Cantalejo. También se invitó a la expedición a Ángel María Villar como antiguo responsable de la entidad federativa.

En su estancia en Yeda, el dirigente de la RFEF está manteniendo reuniones con distintos colectivos del mundo del fútbol con el fin de aunar fuerzas y trasladar una imagen de unidad, aunque el caso Olmo ha revuelto las aguas y, en particular, la relación con Laporta.

En el horizonte, Louzán tiene como fecha marcada el 5 de febrero, cuando el Tribunal Supremo tiene previsto resolver el recurso que presentó a su condena de siete años de inhabilitación por un delito de prevaricación cometido en 2013 cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra con el PP.

De mantenerse firme la sanción, Louzán se vería abocado a dejar su cargo, lo que devolvería la convulsión al estamento federativo tras la etapa de sus antecesores, Luis Rubiales y Pedro de la Rocha.

A la espera del fallo, tiene sobre la mesa otros retos, como abordar el futuro de la Supercopa, ante el cuestionamiento de algunos sectores a que se siga organizando en Arabia Saudí, sede en cinco ocasiones.

El dirigente gallego es partidario de respetar el contrato que Rubiales firmó para que el torneo se celebre en el país del Golfo Pérsico hasta 2029 al considerarlo beneficioso por los 40 millones que se embolsa la RFEF cada año, de los que alrededor de la mitad se lo reparten los cuatro participantes.

Del monto que va a la caja del organismo, cuatro millones se los queda Kosmos, la empresa administrada por el exfutbolista del Barça Gerard Piqué, por ejercer de intermediaria con las autoridades saudíes.

El presidente del Athletic ha planteado una queja a la RFEF por el modelo de reparto del dinero, respaldada por la directiva del Mallorca, al considerar que debería ser «más justo» con los clubes, protagonistas de la competición, además de defender que la Supercopa vuelva a jugarse en España por respeto a las aficiones.

A ello se une el impacto que pueda tener en la continuidad de la competición en Arabia Saudí la investigación que lleva a cabo un juzgado de la localidad madrileña de Majadahonda por posibles irregularidades en los contratos suscritos, un caso por el que están imputados tanto Rubiales como Piqué.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha solicitado a la jueza que curse una comisión rogatoria a Arabia Saudí para identificar las cuentas y movimientos bancarios de los investigados desde 2018 hasta la actualidad.

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