La cantera del Nàstic está aportando en estos últimos años todas las piezas que la afición soñaba. Ha sido un camino largo y de temporadas en las que pasaba de manera totalmente desapercibida, pero últimamente todo ha cambiado. La Budallera se siente observada con más deseo porque es consciente que en el primer equipo ahora hay una puerta que se abre si se pica con fuerza. Esta es una de las mejores noticias en una temporada convulsa en la que ahora mismo el equipo grana navega en tierra de nadie en la clasificación en una situación complicada de digerir.
En las filas del conjunto grana hay esta temporada hasta cinco futbolistas con ficha del primer equipo que han pasado por la cantera. Dani Parra, Joan Oriol, Pol Domingo, Marc Montalvo y Marc Álvarez son el espejo en el que todo niño que defiende hoy la camiseta del Nàstic se mira. Ellos han demostrado que se puede llegar al primer equipo, pero no solo eso, se puede alcanzar la cima y ser importante en ella.
No está siendo una temporada fácil a nivel colectivo y eso lo demuestra que por el banquillo ha habido hasta el momento dos inquilinos: Raül Agné e Iñaki Alonso. Ambos han contado con el respaldo en la retaguardia de otros dos ejemplos de lo que supone la cantera para el primer equipo como son Dani Vidal (segundo entrenador) y Joan Torné (preparador físico). Los dos entrenadores han tenido a los canteranos entre sus planes, ofreciéndoles en la mayoría de casos un lugar en la unidad prioritaria y no en la secundaria.
El contador de minutos no engaña y demuestra que los canteranos están teniendo una presencia clave en los planes del Nàstic de la temporada 22/23. Cuatro de los cinco futbolistas formados en las categorías inferiores del conjunto grana estarían en el once ideal que dibuja la página de estadísticas BDfutbol en función de los minutos acumulados. Los números reflejan una realidad y es que la cantera este año es protagonista. Las palabras han pasado a los hechos y las pruebas son contundentes.
Joan Oriol suma 1603 minutos disputados en liga este año a sus 36 años. Es el dueño y señor del lateral zurdo. El capitán es una pieza clave para el vestuario, pero también dentro del terreno de juego. Él les facilita la vida a todos los jóvenes que suben al primer equipo porque conoce al dedillo sus sensaciones. No rehúye de responsabilidades y por eso interpreta con naturalidad el rol de cicerone.
Pol Domingo es otro claro ejemplo. El lateral de la Pobla de Montornés comenzó la temporada con lesiones y perdiendo la batalla por el lateral derecho con Alex Tirlea, pero ha remontado el vuelo y le ha dado la vuelta por completo a la situación. 1304 minutos suma en el verde el carrilero derecho que también ha acumulado minutos en la posición de central. Su polivalencia y fiabilidad defensiva le convierten en un elemento muy valorado para cualquier técnico.
Marc Montalvo está demostrando en su primer año con ficha del primer equipo que el presente y el futuro tienen su nombre. El mediocentro de Riudoms está acumulando experiencia a la par que destila talento. Una mente privilegiada para este deporte que con Raül Agné fue indiscutible y que con Iñaki Alonso va camino de serlo, aunque en los primeros partidos tuvo que conformarse con un rol de revulsivo que ha terminado quitándose de encima con sus actuaciones saliendo desde el banquillo. 1212 minutos suma en una sala de máquinas en la que ha demostrado poder ofrecer diferentes roles.
Marc Álvarez está siendo la sorpresa positiva de la cantera esta temporada. Realizó la pretemporada con el primer equipo con ganas de hacerse un hueco en él y lo consiguió, hasta tal punto que pasó a renovar y ocupar ficha del primer equipo. Son ya 901 minutos los que tiene en su historial y eso que durante una fase de la temporada perdió fuelle. Iñaki Alonso le devolvió la titularidad frente al Real Murcia y el canterano torrense volvió a exhibir calidad e intensidad desde el costado.
Dani Parra vive una situación diferente a sus compañeros de cantera, pero que está manejando desde la serenidad y la madurez. El portero de Riudoms es el guardameta suplente y crece bajo la sombra gigante de Manu García. Un referente del que aprende cada día. En Copa fue el portero titular del Nàstic y frente al Bilbao Athletic debutó en Primera RFEF tras la lesión del guardameta sevillano.
El Nàstic se arropa en el presente y en el futuro en sus canteranos. Con ellos se quiere alcanzar el gran objetivo que no es otro que el regreso a Segunda División. No será sencillo porque la brecha sigue creciendo, pero hay esperanzas en que se le pueda dar la vuelta a la situación. Suceda lo que suceda, lo que está claro es que en esta temporada ya se han ganado activos para el presente, pero sobre todo para el futuro. La cantera no falla.