Si algo tiene claro el actual proyecto del Nàstic es que su presente y su futuro pasa por las piernas de los más jóvenes. El talento se recluta, se cuida y se le expone un horizonte prometedor para retenerlo. En Tarragona hubo unos años en el que la apuesta por la juventud y la cantera quedó disipada, pero en las últimas temporadas esto ha cambiado de manera radical. La gente que pide paso desde la Pobla lo tiene si se lo gana y si hay que acudir al mercado se valora mucho la proyección y el hambre a la hora de firmar a futbolistas.
Por eso a nadie sorprende los movimientos realizados por la dirección deportiva en los últimos meses. Se ha apostado firmemente por renovar a piezas de futuro y que ya son imprescindibles para el presente. Puede ser que algún día vuelen, pero nunca a costa cero. El ejemplo de Brugui, que firmó gratis por el Levante, hizo daño y eso no se olvida. No se quiere volver a perder un talento de manera gratuita porque la economía de la entidad no admite este tipo de regalos.
Pablo Fernández ha sido la última pieza renovada por el Nàstic. Un movimiento estratégico que el club grana ya tenía cerrado desde hace varias semanas atrás. David Comamala siempre ha sido un enamorado del delantero asturiano. Raül Agné también está encantado con el rendimiento y la actitud de uno de sus jugadores fetiches. A su currículo le faltan goles, pero aporta tanto en otras facetas del juego que nunca se planteó un futuro sin él.
El canterano del Sporting de Gijón ha demostrado ser un referente ofensivo en sus dos años en Tarragona y lo querrá seguir siendo durante las dos próximas temporadas tras firmar su ampliación hasta el 30 de junio de 2023. El acuerdo se anunció tras su noche de gloria ante el Málaga en la Copa del Rey, marcó el tanto de la victoria.
La renovación del delantero asturiano no ha sido la única que ha realizado el Nàstic con la temporada ya empezada. Marc Álvarez firmó su renovación con el Nàstic pocas semanas después de la temporada oficial. El futbolista de Torredembarra aprovechó la pretemporada y las primeras fechas ligueras para convencer a todos. Hubo cantos de sirena, pero el Nàstic estuvo rápido para atar a otras de sus grandes joyas. Una subida de sueldo, una ficha de primer equipo, la confianza deportiva y dos años más de contrato fueron suficientes para tener el sí del futbolista.
Las semanas han pasado y el tiempo le ha dado la razón al club con este movimiento. Álvarez no era una moda pasajera, sino que es un jugador con mucho margen de mejora, pero que ya se ha convertido en una pieza importante en la plantilla, ya sea en su rol de atacante titular o como revulsivo para dinamitar partidos desde el banquillo.
El mercado pasado de verano también fue un escenario importante para atar al futuro del club grana. David Comamala aterrizó en el Nou Estadi en su nueva función de director deportivo y desde un primer momento dejó claro que en su lista de prioridades estaba darle el lugar que merecían las joyas del club grana.
Por eso, dos de sus primeros movimientos fueron las renovaciones de Pol Domingo, Marc Montalvo y Dani Parra. Tres casos distintos de canteranos, pero tres claras apuestas de futuro.
El defensa de la Pobla de Montornés firmaba por el Nàstic dos año más, cumpliendo así con su deseo de seguir muchos más años en Tarragona. No hubo problemas para encauzar una renovación en la que la sintonía fue total para ambas partes. Ahora Pol Domingo vuelve a disfrutar de la titularidad en el lateral derecho tras un inicio irregular de temporada. Marcó ante el Málaga y su cotización no ha hecho más que subir.
Con Marc Montalvo también hubo prisas porque se sabía lo que venía encima. La pretemporada dejó claro que era un futbolista preparado para brillar. Raül Agné no dudó y desde el verano le dio el timón de la medular. El tiempo solo ha hecho que demostrar que el Nàstic tiene entre sus manos a un proyecto de futbolista profesional al que la Primera RFEF se le va a quedar pequeña en nada. Lo inteligente de la entidad grana fue renovarle antes de su explosión para espantar pretendientes y así cerró la permanencia del futbolista de Riudoms hasta 2026. Ha sido la renovación más extensa y si alguien lo tiene en su lista ya es consciente de que deberá pasar por caja. El talento se paga.
Por último, Dani Parra cierra la lista de renovaciones ya aplicadas por el Nàstic. El portero de Riudoms subió al primer equipo en verano y en la Copa del Rey ha dejado dos firmes actuaciones que le convierten en un aspirante para el futuro de la portería del Nàstic.
Más allá de las renovaciones, el Nàstic también cuenta con elementos claves para el futuro como Aarón Rey y Andy Escudero, ambos con contrato hasta 2024, y también tiene la opción de renovar a Tirlea para el lateral derecho. Tres activos más de una plantilla que respira estabilidad más allá del próximo curso.
Aarón Rey y Andy Escudero, otros jóvenes, tienen contrato hasta junio de 2024
