Pablo Trigueros (Herreruela de Oropesa, Toledo, 30 años) ha ejercido como líder de la zaga en estos tres partidos disputados. Lo ha jugado todo, ofreciendo seguridad defensiva a todo el equipo.
Menudo final de partido el domingo. ¿Cómo lo vivistes?
Muy contento. El equipo está respondiendo muy bien. Estamos jugando todos los partidos a un gran nivel. A ver si podemos seguir en la misma dinámica.
¿Siete de nueve con todo mercimiento?¿No ha habido ni un regalo, ni tampoco suerte?
Los tres partidos ha dado la sensación de que hemos merecido ganar. Hemos estado en todo momento en el partido.
¿Habéis llegado a la temporada como ‘aviones’?
Sí. Muchas veces se dice que la pretemporada no sirve y no es verdad. A nosotros, las buenas sensaciones que tuvimos esas semanas han servido para coger confianza a nivel general. Jugamo contra equipo de superior categoría y plantamos cara. Incluso tuvimos más opciones que ellos. Hemos demostrado en liga que no fue por casualidad.
¿Cuál es la mayor virtud que le ves a este equipo?
Es un equipo muy completo. Con gente muy trabajadora. El que sale siempre da rendimiento. La competitividad entre nosotros nos va a hacer mejores. Luego, tendremos rachas mejores o peores, pero veo un buen grupo con una mentalidad clara de ir todos a una.
¿Qué es más difícil pelear contra un compañero por el puesto o contra uno mismo cuando no la tiene?
A nivel personal, creo que cada uno tiene que estar bien con uno mismo. Luego, cuanta más competencia haya mejor. La norma de los cinco cambios ha cambiado mucho el fútbol. Antes, con tres, no decidían tanto los partidos. Ahora hay más opciones de jugar, sea de inicio o desde el banquillo, y la gente tiene que estar enchufada. Tanto el que sale de titular como el que no.
La norma entró como algo provisional y se ha acabado estableciendo como definitiva.
Creo que se ha dejado porque cambia más la dinámica de los partidos. Los cinco cambios son más desequilibrantes. Antes igual se cambiaban dos delanteros y ahora entran más centrales, laterales y puedes variar más el sistema. Entra más gente fresca del banquillo y eso se nota.
¿Sobre todo a nivel físico, es más exigente porque se acaba cambiando medio equipo?
Ahí están las estadísticas. La mayoría de goles siempre llegan en los minutos finales, cuando los equipos están más cansados. Suelen haber más errores. Los entrenadores tienen más cambios para meter frescura.
Junto con Joan Oriol, sois los dos únicos jugadores que han jugado todos los minutos. ¿Tienes la plena confianza?
Muy contento, claro, por haber jugado todos los minutos posibles. Pero tenemos grandes centrales y cuando entren lo van a hacer igual de bien o mejor. Estoy contento, no solo por mí, sino por toda la línea, en general, y porque la plantilla está muy bien.
El técnico marca la línea adelantada, para poder presionar. ¿Te sientes cómodo jugando con ese espacio detrás de tu portería?
Estamos siendo un equipo valiente, con esa presión elevada, y los de atrás tenemos que dar confianza, tanto a los mediocentros como a los delanteros, para que vayan a la presión. Si van y nos quedamos atrás, se abre un hueco entre líneas, te superan y acabas corriendo para atrás. Lo estamos haciendo muy bien y el equipo sabe lo que tiene que hacer en todo momento. Yo me siento muy cómodo. Cuanto más aprietas arriba, más opciones de robar en zonas peligrosas y de marcar gol.
Físicamente se os ve muy bien, pero también mentalmente. Convencidos del plan. ¿Los resultados ayudan a avalar ese trabajo?
Estamos muy sólidos y compactos en todas las líneas. Apenas concedemos ocasiones. En los tres partidos hemos demostrado un nivel muy alto. Vamos a ser un equipo que será difícil ganarnos. Pero no creo que sean solo los resultados. Lo decía antes, desde la pretemporada venimos trabajando muy bien. Ante el Majadahonda empezamos perdiendo y no bajamos los brazos. Reaccionamos rápido y pudimos ganar. Sabemos lo que tenemos que hacer y vamos a por ello. Sin pensarlo.
Es una plantilla joven. Solo cuatro jugadores superáis los 30 años.
Es bueno. Hay que tener una mezcla de todo. Madurez y gente joven con ambición y ganas de competir. Todos la tenemos, independientemente de la edad.
Uno cuándo se da cuenta de que le toca asumir esa veteranía para liderar un vestuario.
En una plantilla todo el mundo aporta. Tanto los jóvenes como los veteranos tienen que dar su punto de vista y entenderse todo el mundo. Es verdad, que la gente con más edad tiene menos vergüenza para hablar y algo más de liderazgo.
Tampoco hay mucha experiencia en cuanto a partidos en Segunda. ¿Eso provoca un hambre distinto?
Todo el mundo quiere jugar en categorías superiores, con más gente, mejores campos, etc. Ese hambre nunca se puede perder. Es el deporte para el que vivimos y nadie tiene que perderlo, tenga la edad que tenga.
¿Nunca habías jugado contra el Nàstic?
Nada. Este grupo lo he ‘tocado’ poco.
¿Qué te pareció el Nou Estadi?
Tanto en el primer partido, que no había tantas personas, como en el segundo, se oía mucho a la afición. Cuando aprietan, se nota. El otro día, mucho más. Nos apoyó en todo momento. Nos viene de maravilla. Ojalá esté siempre con 7.000 o más personas. Nos puede ayudar a todos.
Es que la gente está enchufada con el equipo.
Sí. Es buenísimo. Y nosotros. Ojalá podamos seguir dándole a ellos para que mantengan su confianza en nosotros.
Has pasado más de media carrera en la zona noroeste. Bouzas, Ponferradina, Mirandés, Deportivo y Cultural.
Cuando te mueves por una zona, te ven los equipos de esa parte y te llaman más. En otros grupos puedes pasar más desapercibido. Es un fútbol diferente.
¿Llegas a Tarragona entonces en el momento ideal, cuando el Nàstic queda encuadrado con los equipos gallegos por primera vez?
Justo me muevo de grupo y seguiré jugando contra los mismos equipos con los que he jugado durante toda mi carrera. Conozco a todos los Jugadores y equipos. Siempre va bien, conocer a los rivales.
¿Eres de los que se estudian a los delanteros rivales?
No soy obsesivo en eso, pero es importante conocer al delantero con el que te vas a enfrentar. Saber sus movimientos, virtudes, defectos, el perfil, etc. para saber defenderlo.
Conseguiste subir a Segunda y jugar dos temporadas. ¿Cuesta mucho volver a dar un paso atrás?
Cuando decidí bajar de nuevo de categoría fue al Deportivo de la Coruña y no pensé que era un paso atrás, sino un salto adelante importante en mi carrera. Creía que jugando 30 partidos o ascendiendo podría estar de regreso. Pero, ya ves, lo que cuesta volver. Mucho. Y más siendo central. Si eres delantero y metes diez goles, igual pueden apostar por ti. A medida que vas teniendo más edad, todavía más.
Ascendiste desde Segunda B y cuando regresas ya es Primera RFEF. ¿Es más dura que la antigua Segunda B?
Bastante. Los 40 equipos, 20 de cada grupo, son importantes. Cuando era Segunda B, eran 100 equipos y algunos eran flojos, con diferencias enormes de presupuestos. Ahora la hay, pero no tanta. Eso hace que no haya tanta diferencia tampoco con Segunda División. Quizás si hay más calidad y el fútbol es más táctico y ordenado en Segunda, pero hay muchos jugadores de Primera RFEF que podrían estar perfectamente jugando en Segunda.
Vienes de una familia de tradición futbolera. Tu padre, tus tios, hasta tu primero, Manu Trigueros (Villarreal).
Los tres hermanos fueron futbolistas. Lo hemos visto de chiquititos y es algo que se transmite.
Eres producto de la cantera colchonera del Atlético de Madrid.
Empecé en la Escuela del Atlético de Madrid. La cantera empezaba en Alevín B. Aprendí una barbaridad. Conceptos técnicos y tácticos. Además, lo que uno lleva innato, se suma lo que aprendes en un club grande.
¿Eres futbolero?
Sí. Me gusta ver partidos. Veo Primera y Segunda, porqué he estado. Y también en Primera Federación.
¿Lo miras con visión aficionado o profesional, con vistas al futuro?
Me gusta jugar, lo primero. Me gustaría estar ligado al deporte en general. Mi padre es profesor de educación física. Seguiré en la línea del deporte. No sé si como entrenador o director deportivo o como profesor, pero creo que mi futuro estará ligado al deporte.