El Reus Deportiu Bàsquet se ha consolidado como uno de los proyectos más atractivos del baloncesto provincial. Los rojinegros, que este año cumplen 95 años, están firmando una temporada espectacular que les ha permitido ascender a Supercopa Catalunya con tres jornadas de antelación tras dominar el grupo I de la Copa Catalunya.
Es un dato demoledor que refleja el potencial de un equipo que ha sumado 18 victorias en 25 partidos. Las estadísticas son impactantes, pero aún más si se tiene en cuenta que los reusenses eran un recién ascendido que este curso competía en la categoría tras dar el salto directo desde Segunda Catalana. Un ascenso meteórico al que no se le vislumbra techo, porque la ambición y el potencial del proyecto son firmes.
Un equipo de altos vuelos
El Reus Deportiu diseñó una plantilla en verano de altos vuelos con muchos jugadores con experiencia en categorías superiores, como EBA y LEB Plata. Jonathan Medina, Larry Ewulu, Sergi Domenech, Marc Navarro, Pape Faye, Siscu Moreno, Roger Pes, Gonzalo Baltà, Tomás Kohan, Marc Veciana, Yohan Ramon, Oriol García, Arnau Guiu, Arnau Delgado, Pau Rabassa, Oriol Cañellas, Kedwal Peguero, Bruno Giménez, Alex Carretero, Sergi del Peso y Arnau Berzosa han sido los jugadores que han participado a lo largo de la temporada con la primera plantilla rojinegra.
Pere Freixes, entrenador del Reus Deportiu Bàsquet, atiende al Diari solo un par de días después de haber sellado el ascenso de manera matemática tras derrotar al Vilanova (60-69). «Estamos muy felices por el ascenso, pero esto no se ha acabado. Nuestro primer objetivo era ascender, pero ahora queremos ganar la competición». Con sus primeras palabras deja claro que el camino de su equipo se basa en la ambición. Siempre quieren dar un paso más, convencidos de que el inconformismo es clave para su crecimiento.
El entrenador rojinegro tiene claro que ha sido un año muy bonito. La clave del ascenso, para él, ha estado en una plantilla que siempre ha jugado como un equipo, gracias al gran ambiente dentro del vestuario: «Son un grupo de amigos y han demostrado lo que todos pensábamos a principio de temporada: que teníamos la mejor plantilla de la categoría».
Un proyecto con hambre de más
Pese a que el Reus ha dominado con mucha firmeza la categoría, no ha sido un año fácil porque el nivel de la Copa Catalunya ha sido superior al de otros años. Así lo asegura Freixes: «Ha sido una temporada con mucho nivel en los equipos. Había otros equipos que también tenían jugadores con experiencia en categorías superiores».
Contar con un equipo de tanto nivel debía traducirse en la pista, y así ha sido: «No ha sido fácil gestionar los minutos porque todos los jugadores son contrastados y han jugado en categorías superiores».
A ese plantillón se le unió a media temporada un jugador como Gonzalo Baltà, que llegó procedente del Valls de Tercera FEB y aportó un salto cualitativo al equipo: «Gonzalo Baltà no estaba teniendo la confianza en el Valls y ellos accedieron a darle la baja federativa. Él vive en Reus, cerca del club, y eso fue clave para conseguir su fichaje. Solo teníamos a Tomas Kohan como base y nos ha ayudado mucho dentro y fuera de la pista. Es un jugador que se ha adaptado perfectamente a nuestra idea de juego, basada en el ritmo alto y muchas posesiones».
De cara al año que viene, la intención está clara: competir con los mismos que este año y realizar solo un retoque. «No hay que tocar lo que funciona y por eso no es necesario cambiar», concluye el entrenador rojinegro.
El Reus Deportiu ya es equipo de Supercopa Catalunya, pero ahora quiere culminar el curso con la conquista de la Copa Catalunya. Su progreso se basa en el hambre de ganar. Ambición total. Esencia rojinegra.
