Hace unos diez años, el CD Morell decidió apostar por el futbol femenino. Una sección que se estrenó con un único equipo, en categoría alevín, y que ha ido evolucionando hasta el punto de crear un amateur el año pasado. Fue un estreno extraño, ya que, debido a la pandemia la competición se disputó solo a una vuelta. Aun así, las sensaciones fueron muy buenas, ya que acabaron terceras, quedándose a las puertas de conseguir el ascenso. El buen hacer del club a lo largo de estos años ha desembocado en un primer equipo que en esta temporada 2021-22 está haciendo números de campeón.
«Teníamos 6 jugadoras en el juvenil femenino que acababan su etapa de formación en la base y creímos que sería buena idea crear un primer equipo para que pudieran seguir en el club», comenta Arnau Guinovart, coordinador del CD Morell, sobre la creación del primer equipo. Actualmente la entidad cuenta con 85 jugadoras divididas en cuatro categorías: benjamín, alevín, infantil y cadete. Por su parte, el amateur afronta su segundo curso de vida dando continuidad al proyecto: «Este año hemos mantenido a las jugadoras del año pasado y hemos subido a unas cuantas juveniles que nos han dado un plus».
Enric Solé, quien ocupó el puesto de entrenador desde el primer día, comenta que «este año se ha querido configurar un equipo que pueda optar al ascenso». Y parece que lo han logrado, ya que, tras diez jornadas, se encuentran en lo más alto de la clasificación del grupo 1 de Segunda División Femenina. De hecho, solo han perdido un partido, que fue frente al Nàstic. Las granas son las máximas perseguidoras del Morell y las únicas que han conseguido arrebatarle los tres puntos. Para el técnico, esa derrota fue un punto de inflexión para el equipo porque ayudó a las jugadoras a darse cuenta de lo complicada que es la categoría y que se puede perder un partido por cualquier mínimo error.
Ese cambio de chip ha servido para fortalecer una plantilla que a nivel futbolístico ya era muy potente. Se trata de un equipo que domina los partidos a través de la posesión y de una presión asfixiante, que le gusta tener la pelota y jugar un fútbol alegre. «Tenemos la suerte de las jugadoras han entendido rápidamente la idea de juego que tiene el cuerpo técnico y sobre todo que son muy trabajadoras», explica Solé. Añade además, que se trata de «un equipo joven con mucha calidad y que está dispuesto a esforzarse al máximo cada partido». Están firmando un primer tramo de competición excelso y tratarán de seguir con esta buena dinámica para lograr la promoción a Primera División.
Desde la creación de la sección femenina, el objetivo principal del CD Morell siempre ha sido lograr una progresión. «El año pasado lo conseguimos al cnformar un primer equipo y ahora lo que queremos es seguir creciendo en número de jugadoras», confiesa Arnau Guinovart. El club es consciente de que para lograrlo hay que seguir creciendo en cuanto a nivel y calidad, y así convertirse en un referente dentro del futbol femenino. El coordinador sabe que ganar la liga ayudaría mucho a la entidad, ya que «podríamos ofrecer una categoría mejor a las jugadoras de casa y a las de fuera les ayudaría a decantarse por nuestro equipo». El CD Morell quiere acabar esta temporada con un ascenso, que sería el gran culmen de un proyecto por el cual han apostado fuertemente y en el que llevan trabajando desde hace muchos años.