El Palau de Catalunya disfrutó de un evento deportivo cuatro años después de los Juegos Mediterráneos y lo cierto es que el ambiente vivido demostró que Tarragona cree y apoya firmemente el deporte. Acude a sus actos si se apuesta por ello y la Lliga Catalana de Baloncesto fue un claro ejemplo. Hay que apostar más por el deporte local y por albergar eventos de este tipo porque se ha demostrado En las dos semifinales hubo un pabellón repleto de aficionados que apoyaron a los equipos y jalearon las jugadas más espectaculares.
En lo puramente deportivo, Joventut y FC Barcelona vencieron y se medirán esta noche a partir de las 21.00 horas en una final con sabor a clásico del baloncesto catalán.
El Girona salió impulsado por el ídolo Marc Gasol que demostró que la etiqueta de jugador histórico es más que merecida. Comenzó reinando en la pintura, pero el Barça tiró de los puntos de dos de sus nuevos fichajes (Satoransky y Oscar Da Silva) para comenzar a llevar las riendas del partido. Poco a poco fue asentándose e imponiéndose en defensa. En ataque, los puntos caían solos porque la fuente de talento con la que cuenta Sarunas Jasikevicius no se termina. Tobey cerró el primer envite con un tapón y un mate consecutivo que levantó al Palau de Catalunya y cerró el cuarto con ventaja azulgrana (22-16).
Aito García Reneses, maestro de los banquillos, metió a Marc Gasol en el inicio del segundo cuarto para intentar darle más poso a su equipo. Lo logró porque el Girona emergió con un impetuoso 4-0 de salida con los dos primeros puntos del pívot de Sant Boi y de su compañero Máximo Hugo. Sin embargo, el Barça no frenó su ritmo ofensivo y situó el partido en un contexto peligroso para la supervivencia gerundense. Los puntos caían y caían. Satoransky con un triplazo (8 puntos ya en su cuenta) puso la ventaja en dos dígitos (33-23).
Miletic sacaba el flotador (10 puntos), pero Satoransky volvió a tirar de magia para regalarle una maravillosa asistencia a su compatriota Vesely y clavar otro triple (38-29). Los 9 de distancia fueron un despertador para un Girona que apretó y un Barça que bajó el pistón en defensa. Eso permitió a los gerundenses ponerse más cerca (40-35), pero Laprovittola con un 2+1 volvía a alejarles (43-35). Dos tiros libres de Marc Gasol y un rebote y canasta de Nadji cerraron el segundo cuarto (45-37).
Al igual que en el segundo cuarto, el Girona volvió a salir con ambición. El parcial fue tremendo e ilusionante para los gerundenses que confirmó Taylor con un triple para completar la remontada (45-45). Jasikevicius pidió tiempo muerto y Kalinic cortó la sangría con un triple que contestó el tarraconense Pol Figueras para deleite del Palau (48-48).
El Barça tiró millas de nuevo con dos triples de Abrines y Kuric, pero atrás seguía con un punto de intensidad por debajo. Eso desquiciaba a Saras Jasikevicius que se desgañitaba en la banda. Miletic volvía a aparecer con cinco puntos de manera consecutiva para acercar al Girona a solo un punto (60-59). El partido tenía historia porque el Barça todo lo que ganaba en ataque lo perdía en defensa. Aun así Mike Tobey seguía emperrado en cerrarlo pronto y metía su segundo triple en el cuarto para volver a abrir brecha (66-59).
Vesely y Marc Gasol comenzaban el último cuarto con un bonito intercambio de canastas. Sin embargo, el Barça parecía querer dar el acelerón definitivo. Lapprovittola y Abrines con dos triples terminaban colocaban la ventaja ya en una distancia casi definitiva (76-61). Por si había algún tipo de esperanza para los gerundenses, Kalinic aparecía para enterrarlas con un 2+1 (79-64).
Allí murió el partido porque aunque el Girona nunca perdió la fe, la lógica se terminó imponiendo (88-77).