Antoñín Cortés decidió coger la capa de superhéroe y aparecer en Balaídos para darle al Nàstic los tres puntos ante el Celta Fortuna con su solitario gol en la primera mitad. A ese gol se le añadió un ejercicio defensivo de autor en el que los granas demostraron que pueden ser un equipo sin grietas a nivel defensivo. Un triunfo que rompe la mala racha lejos de casa y que permite tener serias opciones de terminar la jornada en puestos de playoff.
Dani Vidal se ha visto obligado a cambiar varias piezas en el once inicial en los últimos partidos, dejando de lado la estabilidad de nombres. En Balaídos, el cuadro grana comparecía con cuatro novedades respecto a los 11 titulares que formaron de salida ante el Amorebieta. Para medirse al Celta Fortuna, el técnico grana introducía las novedades de Gorka Pérez y Joan Oriol en defensa; la de Ander Gorostidi en la sala de máquinas, y la de Víctor Narro en el costado izquierdo. Cuatro retoques, que eso sí, variaban ese dibujo en el que se arropaba el Nàstic en las últimas semanas y que tenía el 4-2-3-1 como esquema de partida. Los granas volvían al origen con un 4-4-2 con Pablo Fernández y Antoñín Cortés como referencias ofensivas.
Resistencia a la tromba inicial
El Celta Fortuna había sometido al Nàstic de Tarragona durante 20 minutos y había dejado dos ocasiones de El Abdellaoiu por el camino. Un rondo infinito de pases al que los granas habían resistido como habían podido ante un equipo que estaba siendo preciso, valiente y ambicioso en su puesta en escena. Su 3-4-3 es un esquema de juego que interpreta con orden, aunque con cierta anarquía cuando la jugada lo reclama. Un estilo de juego arriesgado, pero que interpretan con tanta naturalidad que resulta muy difícil de defender. Hay posesiones que son eternas y en las que robar el cuero se convierte en un imposible.
Antoñín golpeaba primero
Cuando el conjunto grana comenzaba a tener oxígeno, tras muchos minutos sin él, se encontró de repente con una inyección de adrenalina total. Fue en un córner en el que Víctor Narro decidió añadir una asistencia más a su historial, ya van 24. El balear puso un centro al segundo palo al que Antoñín Cortés llegó con hambre. El malagueño ganó la posición y tuvo olfato para conectar un cabezazo en pleno desequilibrio que fue directo a portería. La pelota chocó con el palo, pero entró. El Nàstic se adelantaba en el marcador en un partido en el que apenas había amenazado, pero en este tipo de partidos resulta clave hincar el colmillo sin previo aviso.
El gol llegó antes que el juego, pero el Nàstic aprovechó la inercia en el marcador para establecerse con mayor poso en el verde. De repente, se sintió más cómodo en defensa y en ataque sumó posesiones con mayor criterio y paciencia.
Antoñín Cortés tuvo el segundo
En una de esas jugadas en las que el balón estuvo más tiempo en pies tarraconenses, Gorostidi decidió inventarse un pase a la espalda rival gracias al desmarque que Antoñín Cortés había lanzado a la espalda de la defensa celeste. El malagueño lo hizo todo bien, pero le faltó lo más importante. Se generó el espacio, controló al espacio y se quedó solo ante Marc Vidal, pero su definición no fue certera. Quiso meter el balón en el segundo palo, pero el portero del Celta Fortuna le tapó el hueco y mantuvo con vida al filial cuando pasaban cuatro minutos de la media hora.
El tramo final de la primera parte fue una muestra de que el guión del partido había cambiado. El Nàstic estaba más cómodo con y sin pelota, pero el 0-1 era un resultado que dejaba el encuentro con mucha vida por delante.
En la segunda mitad, el Celta Fortuna repitió el contexto que reinó en muchos minutos de la primera, pero perdió el peligro por el camino. El Nàstic fue un equipo que exhibió madurez y que sobre todo resaltó en una faceta del juego en la que había dejado síntomas de debilidad en muchos partidos de la temporada.
Los granas fueron un conjunto muy ordenado defensivamente, que apenas concedieron grietas y que convirtieron la posesión del filial celeste en una película de siesta de Antena 3. Un guión con el final cantado que hace que los giros de trama apenas produzcan emoción. De hecho, fue el conjunto de Dani Vidal el que tuvo las ocasiones más claras para sentenciar el encuentro. Lo hizo volando al espacio y castigando los riesgos que asumió el equipo de Fredi Álvarez que veía como los minutos pasaban y las ideas no aparecían.
Ejercicio de resistencia
Una de las ocasiones más claras la tuvo Antoñín Cortés que volvió a exhibir una perfecta lectura de los espacios. Su movimiento sin balón le dejó en una posición de remate que Jardí detectó con su zurda. El reusense metió un centro de exterior medido que el malagueño remató, pero sin peligro. Su cabezazo se fue desviado y sin peligro, pero el Nàstic avisaba al Celta Fortuna que dentro de la resistencia guardaba amenaza.
El partido entró en la recta final con ambos equipos repartiéndose los roles. El filial celeste tenía la pelota y el Nàstic se defendía con firmeza sin ella. Los granas estaban consiguiendo contener el talento rival y solo en una ocasión vieron el resultado peligrar. Fue en el minuto 74 en el que Román fabricó una jugada en la que sorteó diversas piernas hasta encontrar el hueco para el disparo. Alberto Varo emergió para hacer una parada salvadora de esas que tanto necesitaba él y el equipo. El portero de La Canonja se mantuvo firme, nunca cedió y desvió el tiro, dejando claro que en Balaídos tocaba reinar.
Los minutos finales fueron de pura resistencia tarraconense. Un ejercicio de jerarquía en el que el colectivo sumó para la causa y la defensa dejó evidencias de que su techo puede ser alto, solo falta coleccionar victorias como las de Balaídos para ayudar a ello. El Nàstic volvió a ganar fuera de casa y dormirá en puestos de playoff. Más que tres puntos, por la forma y el fondo.
FICHA TÉCNICA
Celta Fortuna. Marc Vidal; Alonso, Meixús (Sergio Díez, 46’), Fernández; Iván Garriel, Hugo Burcio (Antañón, 80’), Román, Tincho (Arcos, 60’); El-Abdellaoui (Escobar, 46’), Johan Guedes (Barreiros, 77’) y Óscar Marcos.
Nàstic. Varo; Miguel Leal, Gorka Pérez, Leal, Joan Oriol (Juncá, 46’); Jardí, Montalvo, Gorostidi, Narro; Pablo y Antoñín.
Goles. 0-1, Antoñín Cortés (24’).
Árbitro. Jaime Ruiz Álvarez amonestó a Meixús (35’), Montalvo (51’) yTincho (57’).
