Alrededor de 8.000 personas, según fuentes municipales, se congregaron en el Parc del Francolí para ver la final de la Eurocopa y vibrar con la victoria de España por 2-1 ante Inglaterra, en la pantalla gigante instalada por el Ayuntamiento de Tarragona.
El triunfo hizo estallar en júbilo a unos aficionados volcados con la selección que celebraron por todo lo alto el retorno de España al Olimpo Europeo, al ritmo de cánticos, bengalas e incluso carretillas de los correfocs.
Los aficionados tenían ánimo de fiesta y desde el primer momento alentaron como si estuvieran en el mismo Olímpico de Berlín. Cánticos a favor de España avivaron el Parc del Francolí. Cada ocasión en ataque o acción defensiva era celebrada casi como un gol.
Con las caras pintadas con los colores de la bandera y ataviados con rojigualdas y camisetas de España, otros con meramente rojas que hacían la función, tiñeron el escenario. El Parc del Francolí estaba lleno a rebosar, en unas gradas donde no cabía ni un alfiler y con los aficionados más enfervorizados a pie en la explanada.
Cuando aún retomaban sus asientos, el 1-0 a cargo de Nico Williams hizo explotar de alegría los presentes, que lo celebraron con bengalas y carretillas.
Tras la tensión acumulada, el gol liberó a los aficionados de la selección, dando pie a «oés» con el juego de España o a cánticos eufóricos y jocosos.
Pese a que el gol del empate de Inglaterra silenció momentáneamente el ambiente, el 2-1 definitivo firmado por Mikel Oyarzabal dio pie a la fiesta definitiva.
Tras 12 años de letargo sin celebrar un gran título, los aficionados estallaron de emoción y celebraron el triunfo de forma conjunta. Los tarraconenses lo celebraron por todo lo alto en las calles y al ritmo de los cláxones de los coches.
Así como en Tarragona, un gran número de aficionados se concentraron en el resto de pantallas instaladas en la demarcación, como las ubicadas en Vila-Seca, Vendrell, Canonja, Salou o Cambrils.
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