El Santiago Bernabéu vivió, la noche del pasado jueves 30 de mayo, algo a lo que no está acostumbrado. Conoce bien los gritos, los vítores y los abucheos, pero jamás había oído a 60.000 personas cantar una canción de 10 minutos de duración al unísono.
A las diez de la mañana, cogí un tren en la Estació del Camp para partir hacia Madrid. Era imposible no dar con ellas, las ‘swifties’. No solo en los asientos de al lado. El tren iba cargado de las fans de Taylor Swift, que volveríamos a verla en la capital española por primera vez en 13 años.
En el hotel no podíamos entretenernos, pero una cosa no podía faltar: purpurina y más purpurina. Lo cierto es que la preparación para un concierto de Taylor Swift no es moco de pavo y sus fans lo dejaron claro mientras hacían cola para acceder al estadio. Esquivando a chicas con sombreros de cowboy pintados de rosa, minifaldas de lentejuelas y estampados de serpiente logramos entrar.
Primero era el turno de Paramore, la banda de Tennessee que acompaña a la cantante en su The Eras Tour. Tocaron algunos de sus éxitos, entre ellos Still into You y Hard Times, además de promocionar su último álbum This is Why.
A las 20 horas inició el espectáculo. La cola interminable que se había formado en los baños se disipó en pocos segundos y todo el mundo regresó a su asiento para presenciar el inicio de la que sería una noche inolvidable.
Lover fue la primera ‘era’ de The Eras Tour y dejó el listón muy alto. La cantante abrió con Miss Americana & The Heartbreak Prince y finalizó el acto de apertura con Lover. No faltaron colores en el escenario. Con cada capítulo del concierto (uno para cada uno de sus álbumes), el estadio se vistió de una tonalidad distinta.
Las ‘swifties’ regresaron a su infancia con el segundo capítulo: Fearless, al que siguieron el divertido Red, el mágico Speak Now y el poderoso Reputation.
Lloraron con el acto que juntaba Folklore y Evermore, sus álbumes hermanos, y gritaron con 1989. Después vino la novedad, The Tortured Poets Department, una actuación que se añadió con el tour ya empezado, y que precedió al momento más esperado de la noche: las canciones sorpresa, que fueron Our Song y King Of My Heart.
Por último, finalizó con Midnights, el protagonista del tour, un cierre por todo lo alto con Bejeweled y Karma. Además de con un recuerdo muy especial, los fans se quedaron con las palabras de Taylor Swift, que confesó que se arrepentía de no haber incluido a Madrid en sus pasados tours y aseguró que volveríamos a verla en España en el próximo de ellos.