Que la experiencia personal sea una inspiración. Que todos los recuerdos, las vivencias, se plasmen sobre el escenario y se conviertan en fuente de experiencia creativa.
Esa ha sido la máxima de Òscar Balanyà durante el proceso de dar forma a su primera obra de teatro, El noi de la mare, un homenaje a su abuela, fallecida en 2020 tras una enfermedad. La idea empezó como eso, una idea, pero ha acabado involucrando a muchas personas, todas ellas de la ciudad de Tarragona.

«Mi abuela padeció demencia senil y murió en 2020, el año del Covid. No falleció por el virus, pero las restricciones que se debían seguir en caso de muerte por coronavirus debían seguirse con cualquier muerte», explica Òscar.
«Fue algo muy, muy duro, porque no éramos mucha gente y no nos dejaban entrar a todos; ella quería que la enterraran con una tela y música, y eso tampoco pudimos hacerlo. Fue muy frío y a mí me tocó mucho», recuerda del funeral.
Afirma que siempre había tenido la inquietud de crear un espectáculo. «Hace justo dos años, fui a Barcelona a ver El gegant del Pi, un espectáculo de Pau Viñals que trata de un monólogo sobre su vida y su abuelo», comenta.
«Salí de allí y dije ‘guau, tengo que escribir algo y hacer un homenaje a mi abuela’, pero ni de lejos me imaginé que acabaría siendo una idea de esta magnitud», destaca.
Òscar habló con Marc Pinyol, el director de la obra. «Nos conocíamos, pero no éramos amigos como somos ahora. Le enseñé el texto, le pregunté si quería dirigirlo y me dijo que sí». Todo derivó en una relación de amistad entre Balanyà y Pinyol: «Nos pasamos ocho meses yendo a cenar los martes [ríe] y hablando para generar un vínculo».
«Una cosa que me rondaba por la cabeza es que esto fuera como un último abrazo a mi abuela», Òscar Balanyà, actor y autor
Esta relación se extendió también al resto del equipo a medida que se incorporaban. Farners Rubio, intérprete de la obra junto a Balanyà, entró más tarde.
«Al principio, era un monólogo, pero, ensayando, decidimos hacer algunos cambios; uno de ellos fue añadir otra intérprete, que debía ser una mujer y tenía que ser Farners. Ella también dijo que sí enseguida. De repente, las cosas se fueron organizando solas. Todo ha sido muy, muy fluido. Y ha pasado igual con todo el equipo, que dijo que sí casi sin ver el texto», cuenta el autor.
El proceso de creación ha durado un año y medio: «Es rápido, aunque pueda parecer que es mucho tiempo», comenta Balanyà, que, a la hora de destacar lo más fácil y lo más complicado de toda la creación, apunta a un aspecto: «Permitirnos eliminar cosas que, en un inicio, creíamos que funcionarían, pero posteriormente vimos que no; todo el mundo remaba a favor de que todo fuera bien, pero a la vez era faena que al final no había servido».
«Para mí, que todo el equipo sea de Tarragona es dar un golpe en la mesa y decir ‘aquí también tenemos talento’», Òscar Balanyà, actor y autor
El director de la obra, Marc Pinyol, recuerda que «tras la primera lectura con todo el equipo, dos semanas después nos ‘cargamos’ la mitad de lo que teníamos».
¿Qué se encontrará el público?
La obra es una ficción basada en una historia real. Habla de una mujer que se llama Isidra, con demencia y que va perdiendo los recuerdos. «A raíz de esto, tratamos el tema de cómo la familia lo afronta y de que no todos los integrantes lo viven igual», apunta Balanyà.
Lo focaliza en las más pequeñas y los más pequeños de la casa: «Nos planteamos mucho cómo explicarle a un niño o una niña que su abuela acabará olvidándolos», señala.
«El público entrará en una comida familiar, será algo muy cotidiano y lo que queremos es que se sienta así», apunta Farners Rubio. Por su parte, Balanyà recuerda en este punto a su abuela: «Yo no pude despedirme de ella porque su demencia coincidió con el coronavirus y el confinamiento, y luego salimos y ya era como otra persona, y una cosa que me rondaba por la cabeza es que esto fuera como un último abrazo».
«En la obra, nos planteamos mucho cómo explicarle a un niño que su abuela acabará olvidándolo», Òscar Balanyà, actor y autor
Equipo de kilómetro cero
Una de las cosas que más conviene destacar de esta obra, además de su componente artístico sentimental, es que absolutamente todo el equipo es de Tarragona ciudad, algo que da alas a que personas que llevan mucho tiempo trabajando aquí tengan un espacio para demostrar lo que pueden hacer.
«Para mí, que todo el equipo sea de Tarragona es dar un golpe en la mesa y decir ‘aquí también tenemos talento’», opina Balanyà. «Mireia Marchena y Marc Pinyol, por ejemplo, han hecho la escenografía cuando nunca la habían realizado en un espectáculo teatral, igual que Magí Capdevila con el espacio sonoro», expone.
La producción ha ido a cargo de Àkrida Produccions, de Marc Pinyol y Farners Rubio. Pol Bernad se ha dedicado al vestuario, peluquería y maquillaje.
El diseño de iluminación ha ido a cargo de Fàtima Berbel, la comunicación la ha llevado la periodista Cristina Artacho y también han colaborado Cesc Colomina, Dames i Vells, Marina Altés, AR Serveis, Mario Bugarel y Las niñas de la cámara.
«Sin la Sala Trono, no habría sido tan fácil; es muy difícil estrenar una pieza cuando estás empezando», Marc Pinyol, director
«Es una obra de texto, pero el lenguaje que hemos intentado utilizar y que nos está funcionando para contar la historia es muy cinematográfico, además de que somos dos intérpretes representando a todos los personajes», remarca el autor.
¿Cuándo son las funciones?
La presentación de la obra es hoy a las 20.00 horas en la Sala Trono. Mañana sábado, habrá un pase a las 18.00 horas y otro a las 20.00 horas. Por último, el domingo se realizará la presentación a las 12.00 horas y a las 18.00 horas.
«Sin la Sala Trono, no habría sido tan fácil; es muy difícil estrenar una pieza cuando estás empezando y nadie te conoce, y Joan Negrié [actor y director de la Sala Trono] nos dijo que sí enseguida, que la obra debía estrenarse en la Trono», comenta Pinyol.
El noi de la mare es una obra que quiere demostrar la importancia del talento local. «Estamos intentando llevar esta pieza a Barcelona, pero es muy difícil llegar a los teatros de allí», indica el autor
«Estamos intentando llevar esta pieza a Barcelona, pero es muy difícil llegar a los teatros de allí», Òscar Balanyà, actor y autor
Balanyà pone en valor que teatros públicos de la capital abran convocatorias de casting, aunque admite que «aún quedan muchas cosas por hacer».
«Últimamente, hay mucha gente joven que ya no se marcha y que ha decidido asociarse y quedarse aquí», comenta Rubio, quien pone en valor la Mostra de Teatre Jove de Tarragona.
Pero El noi de la mare, sobre todo, es una demostración de cómo las experiencias personales pueden servir de hilo conductor para plantar la semilla de una idea que, finalmente, ha acabado convirtiéndose en un proyecto mucho más grande, que ha involucrado a muchas personas de la ciudad y que ha permitido a Balanyà dar ese último abrazo de la forma más especial posible.