Vapear y fumar cigarrillos electrónicos desde la adolescencia podría adelantar la edad de inicio del cáncer de pulmón, y es que una hipótesis que barajan los oncólogos es que los vapeadores tienen más carcinógenos que el tabaco convencional, pero además la forma de consumo del vapeador parece favorecer una penetración profunda.
En un acto para visibilizar los riesgos de las nuevas formas de tabaco en adolescentes, organizado por el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), los oncólogos han advertido de que los nuevos dispositivos electrónicos se afianzan entre los jóvenes y el 54,6% ya los ha probado, con un avance imparable entre los adolescentes.
El secretario del Grupo Española de Cáncer de Pulmón (GECP) y oncólogo, Bartomeu Massuti, ha advertido de que de seguir este ritmo vapeadores y cigarrillos electrónicos se convertirán en productos de gran consumo, y es que en solo un año su presencia ha aumentado un 23%.
Massuti ha subrayado que hay una «correlación absoluta» entre el consumo de tabaco convencional y la aparición de cáncer de pulmón entre 15 y 20 años después. «¿Esto se producirá con las nuevas formas de consumo: cigarrillos electrónicos y vapeadores?, todo apunta a que sí».
En el acto, organizado por la GECP, Massuti se ha referido a un reciente estudio de la asociación americana de investigación oncológica que ha demostrado que el riesgo de cáncer de pulmón es tres y cuatro veces mayor en población que fuma tabaco convencional y vapeadores, frente a quienes consumen solo cigarrillos tradicionales.