Las vacaciones son un periodo de relajación en el que las personas que han padecido un fallo cardiaco deben ser cautelosas con la práctica deportiva y continuar con sus tratamientos para reducir el riesgo de ahogamientos. En este 2024 se ha registrado el segundo peor trimestre del año en muertes por ahogamiento accidentales desde 2015 en España, al haber fallecido más de setenta personas hasta la fecha, según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Otras causas que contribuyen a estas cifras es el consumo de alcohol, pues afecta de manera negativa al sistema cardiovascular y a la capacidad de respuesta del individuo, aumentando el riesgo de ahogamiento y complicaciones cardíacas. Desde el Movimiento Corazón de Mujer advierten de la importancia de conocer los signos de alerta en hombres y mujeres, que permitan identificar un fallo para tratarlo a tiempo y prevenir situaciones, como los ahogamientos en verano. Los síntomas son:
Dolor, presión y malestar en el pecho
El primer síntoma a identificar es una sensación de opresión, presión, pesadez o dolor en el centro del pecho hasta la zona del estómago que dura más de unos minutos o que va y viene.
Dificultad para respirar
Otro síntoma es la falta de aire, dificultad para respirar o respiración entrecortada, con o sin dolor en el pecho.
Sudoración fría
Es importante tener en cuenta la sudoración excesiva y fría (incluso en ambientes cálidos) debido a los cambios de temperaturas extremas en verano por los aires acondicionados.
Malestar general
También se debe prestar atención a la sensación de malestar, mareo, aturdimiento, debilidad o desmayos, pues se deben al aumento de la demanda metabólica y de la velocidad de coagulación de la sangre, lo que avisa de un posible infarto cardiaco.
Cansancio extremo inusual
Este síntoma puede aparecer con más frecuencia entre la población femenina. En el caso de las mujeres, pueden ser más propensas a sufrir otros síntomas añadidos como molestias en ambos brazos, espalda, cuello, mandíbula, hombros y en la zona del estómago.
Algunas medidas de prevención
Las personas que padecen patologías cardiacas preexistentes, como la enfermedad coronaria, deberían prestar especial atención a las sintomatologías que se produzcan durante su estancia en playas o piscinas. Con mayor motivo, deberán reforzar la precaución cuando hagan esfuerzos físicos no controlados, ya que pueden llevar a una pérdida del conocimiento y si esta se produce en el agua, al ahogamiento.