Si se acuerdan, cuatro jóvenes se convirtieron en el grupo español más transgresor de los años 90. Pero, ¿qué pasó para que acabaran desapareciendo como quién se los lleva la marea? Disco, Ibiza, Locomía trata de indagar en ese auge y caída de Locomía. Lo hace desde una perspectiva de comedia emocional para ir adentrándose en el drama de una rocambolesca historia que emerge desde esos orígenes de la banda de ‘electro dance’ nacida en Ibiza a finales de los 80.
Disco, Ibiza, Locomía no pretende ser, en su particular recorrido, ni Bohemian Rhapsody (2018) -Locomía no es Queen- ni Rocketman (2019) -tampoco hay comparación con Elton John-. Kike Maíllo, responsable de filmes como Toro (2016) y Eva (2011), conoce perfectamente el género tras sus incursiones en vídeos musicales como Manos de Topo: Es feo (2007), David Bisbal: Diez mil maneras (2014) o Love of Lesbian: Cosmos (Antisistema Solar) (2020).
Ahora se sumerge en esta ficción sobre personalidades vivas, en las que todavía siguen manteniéndose asperezas entre ellos. Fue tal la lucha de egos que terminó fundiendo. Ni los abanicos lograron apagar las llamas que incendiaron sus relaciones personales.
La historia es sobradamente conocida y hasta está actualizada gracias a un documental estrenado hace dos años en Movistar Plus+, época en la que Maíllo ya estaba enfrascado en su guión, escrito junto a Marta Libertad, cuando le ofrecieron participar en dicho documental pero adujo que prefería centrarse en su película.
Locomía nació en 1984 como un proyecto de moda liderado por Xavi Font -interpretado por Jaime Lorente-, junto a su hermano Luis, Manolo Arjona, el holandés Gard Passchier y Lurdes Iríbar, la desconocida quinta miembro de la banda original, diseñadora y corista, a la que da vida Blanca Suárez.
Vivían juntos en una casa que el filme refleja como una comuna de puertas abiertas donde reinaban el amor y la sexualidad libres, la creatividad, las drogas y las fiestas. Ahí nació su estética entre barroca y postmoderna, sus abanicos y hombreras XXL y sus zapatos de punta.
Una estética y actitud rupturistas que llamaron la atención de los responsables de la discoteca KU, que les contrató para animar sus fiestas. En una de ellas apareció el otro personaje clave en esta historia, el ejecutivo discográfico José Luis Gil (Alberto Amman), que les propuso cantar y les llevó a la cima del éxito, en España y en Latinoamérica. Pero la relación entre Gil y Font era complicada y saltó definitivamente por los aires cuando estaban a punto de dar el salto a Estados Unidos.
En el reparto destacan los nombres de Jaime Lorente, Alberto Amman y Blanca Suárez. Los tres logran que el filme se mantenga, apoyados en un guión y un arco temporal concretos (la Ibiza de los 90). Locomía tuvo su tiempo, su magia y sus abanicos. Hasta que se quedaron sin aire.
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