La amistad entre Ryan Reynolds y Hugh Jackman es genuina y real. No solo fuera de la pantalla, sino que se constata también en esta nueva película de Marvel. Lo que podía haber sido simplemente un Deadpool 3 se ha convertido en una excelente aventura del antihéroe bocazas junto al consagrado, pero hasta ahora desconocido Lobezno. Y digo desconocido porque el filme aporta facetas nuevas e inexploradas del miembro de los X-Men.
Cabe recordar que, tras estrenar Logan en 2017, Hugh Jackman aseguró que no volvería a encarnar a Lobezno, pero cuando le llegó la propuesta de ser la pareja de Deadpool (Ryan Reynolds), no se lo pensó dos veces y se metió de lleno en un proyecto que ha levantado enormes expectativas y que es una de las películas más esperadas de este año.
Después de coincidir en el universo Marvel por primera vez en X-Men Orígenes: Lobezno (2008), Reynolds y Jackman fusionan en esta cinta dirigida por Shawn Levy lo políticamente incorrecto con la responsabilidad que conlleva ser un superhéroe en esta entrega dedicada a este mutante creado por Rob Liefeld y el escritor Fabian Nicieza y que apareció por primera vez en un cómic en 1991.
Un personaje enfundado en un traje rojo y negro en el que Reynolds se mueve como pez en el agua, pero es en esta tercera entrega de la secuela en la que mayor lucimiento tiene a juzgar por los bailes y las peleas que se marca al ritmo de canciones como Like a prayer, de Madonna, o la archiconocida You're the one that I want de la película Grease. Pero si algo es Deadpool y Lobezno es un homenaje a toda la industria de los superhéroes de la factoría Marvel, a sus personajes y a sus autores, ya que supone el regreso de Jackman a esta factoría, donde se enfundó por primera vez las afiladas uñas de Lobezno en 2000 en X-Men. Han pasado 24 años y el australiano parece haber recuperado el carisma de un personaje que le dio fama mundial.
La complicidad entre ambos actores existe, se palpa y se refleja en pantalla. Salta a la vista. Ambos se embarcan en una aventura donde las líneas temporales y los multiversos vuelven a entrar en juego, por lo que ambos tienen que volver a ponerlos en un orden concreto para que el mundo actual no cambie su destino.
Hecho que hará que en estas idas y venidas del pasado al presente cruzando el futuro vuelvan a aparecer sus amigos y la novia de Deadpool, interpretada por la brasileña Morena Baccarin.
Eso sí, en este camino por un 'vacío' espacio-temporal transitan otros personajes de esa suerte de segunda división de Marvel, como son Gambito (a quien da vida Channing Tatum) o la mismísima X-23 (la mutante por la que fallece Lobezno en Logan, interpretada por una crecida Dafne María Keen).
Aunque el espectador se llevará alguna que otra sorpresa más, ya que Reynolds y la ambición de su personaje por hacer algo grande por la Humanidad contará con la ayuda de otros personajes más estelares.
Deadpool y Lobezno demuestra que es una de las películas, la más violenta de la saga, para los fans de los superhéroes. Una de las pelis del año. Imprescindible.
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