«¿Lloverá o no lloverá? ¿Qué si lloverá? Caerá una buena tromba de agua. Pero confiamos que el tiempo nos dé una tregua hasta el mediodía». Aunque la meteorología es caprichosa, ayer por la mañana permitió que la undécima Mostra d’Arts Visuals Montbriart se estrenase bajo un cielo de plomo. Al respecto, la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Montbrió del Camp, Montserrat Buqueras, reconocía que «hemos empezado la mañana con mucha alegría, pero hasta entonces teníamos mucha angustia, ya que hasta el último momento hemos estado pendientes del tiempo y de la lluvia». Así, con la mirada puesta en el cielo, la primera jornada de Montbriart arrancó con una mayor afluencia de visitantes respecto a ediciones anteriores. «La gente ha sido cauta y ha aprovechado la mañana para venir a la espera de que pudiese llover por la tarde», reconocía la concejal. Asimismo, y por prudencia, muchas de las paradas de artesanía aplazaron su presencia a hoy, último día de la Mostra d’Arts Visuals.
«Montbriart es una experiencia cultural e histórica, a la vez que artística, por el hecho de poder adentrarse en el interior de casas antiguas y disfrutar del arte», Anna Martí
En esta edición, alrededor de un centenar de artistas se dan cita en Montbrió del Camp, convirtiendo las calles y las casas de la localidad en escaparates de pintura, cerámica, fotografía, escultura, joyería e ilustración, entre otras disciplinas artísticas.
Inspirándose en una pescadería, Anna Martí y Puy, del colectivo Taller Fang i Mar de Cambrils, exhibieron una muestra variada en colores y formas de pescado del Mediterráneo con la peculiaridad de que cobran vida a través de la cerámica. Es el resultado del proyecto Els Muntets. Ceràmica Marina. «Tenemos diferentes tipos de arcilla desde porcelana, toffee, gres... y es como una pescadería de cerámica», explica Puy, quien desde hace un año trabaja la cerámica en el taller, mientras que la experiencia de Anna Martí se remonta a un año y medio. Al respecto, la artista explica que «desarrollamos el proyecto Els Muntets. Ceràmica Marina porque a ambas nos gusta la naturaleza y crear formas orgánicas -sobre todo animales-, pero sin saber muy bien hacia donde nos llevaría; y hemos aprovechado Montbriart para mostrar lo que hacemos».
En lo que se refiere a la dificultad de crear las piezas, Anna Martí detalla que «la cerámica es un proceso complicado porque no sabes cómo quedarán las obras, ya que los esmaltes y las formas varían en los procesos de horneado, puesto que las piezas se cuecen a 1.250 grados de temperatura; entonces, por mucho que sepas lo que quieres hacer, el resultado final siempre es una sorpresa».
«Me encantan las marinas y los paisajes; y desde hace un par de años pinto piedras, ya que es muy divertido», Montserrat Saló
En cuanto al valor añadido de la Mostra d’Arts Visuals, Anna Martí destaca que «es una experiencia cultural e histórica, a la vez que artística, por el hecho de poder adentrarse en el interior de casas antiguas y disfrutar del arte; por todo ello, se está convirtiendo en una muestra de arte muy significativa en la provincia, como confirma que cada vez haya más expositores».
Desde El Pont d’Armentera, Pilar Vives es la primera vez que participa en Montbriart con la parada El Racó de la Pilar. Manualitats creatives. «Desde siempre me ha gustado hacer manualidades; tenía una tienda de longanizas, butifarras, etc. Y decidí hacer un cambio de vida radical a los 58 años para hacer lo que me gusta», rememora la artista. Ahora, se dedica a «diseñar dioramas, cuadros para bebés, casas de madera con todos los detalles, cuadros de madera con frases inspiradoras, llaveros, pendientes de madera, de resina, etc.». Y es que la inquietud creativa de Pilar Vives no tiene límites. «No me gusta hacer siempre lo mismo», confiesa. Así, a las puertas de la jubilación, ahora disfruta de «una vida más relajada a través del arte».
Por su parte, desde hace siete años, la pintora Montserrat Saló, de La Pobla de Montornès, acude a la cita artista en Montbrió del Camp. «Los vecinos son muy amables acogiéndonos en sus casas, gracias al apoyo del Ayuntamiento; por lo que todo son facilidades», destaca la artista. Montserrat Saló puede presumir de más de cuatro décadas dedicadas al arte, concretamente pintura al óleo sobre tela, aunque también se atreve a dar pinceladas sobre madera, cartón, e incluso piedras. «Me encantan las marinas y los paisajes; y desde hace un par de años pinto piedras, ya que es muy divertido», afirma la pintora, quien con «ilusión y amor» encuentra la creatividad necesaria para seguir con su pasión por el arte.