Hoy, sí. Catalunya recupera su fiesta cultural por excelencia tras el parón del año pasado, a causa del confinamiento por la Covid-19, en una campaña que para los libreros es la más importante del año, junto con la de Navidad. Sin embargo, será un Sant Jordi excepcional, tanto por las medidas de seguridad como por los hábitos de compra, más en consonancia con la jornada que se celebró en julio de 2020. «Los clientes, con muy buen criterio, han adelantado las compras. Llevamos ya unos días con un ritmo importante de ventas», explicaba el pasado miércoles Ricard Espinosa, uno de los propietarios de la Llibreria La Capona, de Tarragona. En el mismo sentido se pronunciaba Gertri Adserà, de la Llibreria Adserà, de Tarragona y Valls. «La venta en línea ha aumentado en relación con un Sant Jordi normal, aunque ha sido menor que el año pasado, en pleno confinamiento». Por su parte, Rosa Cubeles, de La 2 de Viladrich de Tortosa, coincidía en esta radiografía. «Esta semana está siendo fuerte. La gente está muy concienciada y quien buscaba alguna cosa concreta ya hace días que hizo sus encargos».
Los ayuntamientos han sido los encargados de gestionar espacio y ubicaciones de paradas en cada municipio, en un año en que solo están permitidos los estands de librerías y floristerías oficiales. De esta forma, mientras que en Tarragona se celebrará en la Rambla Nova, en Reus se ha trasladado al Parc Sant Jordi y en Tortosa se instalarán paradas en la puerta de los establecimientos. «Nos han permitido cortar la mitad de la calle e instalar carpas con el objetivo de que se celebre en la calle, en la medida de lo posible, si el tiempo acompaña», comentaba Cubeles. Por lo que respecta a Amposta, la actividad se concentrará en la plaça del Castell.
En Valls se respira ambiente de Sant Jordi desde hace tres días. Mientras, Montblanc y Salou repartirán la fiesta por calles y plazas de la localidad. En el caso de Salou, además, una campaña de escaparates literarios aporta colorido a la fiesta, con medio centenar de tiendas participantes. En Torredembarra la cita vuelve a la plaça Mn. Joaquim Boronat. Por su parte, el escenario de Cambrils será el Port, organizado por la Unió de botiguers, y en Vila-seca, el jardí del Castell.
Autores y géneros
Justamente los escritores del territorio son los grandes protagonistas hoy. «Este año tenemos mucha publicación local», dice Rosa. «Hay muchas novedades. Desde el premio Documenta, con Laia Viñas, hasta Miquel Bort. La edición de Les closques, de Viñas, se agotó. Ahora he conseguido una segunda impresión. Y la novela erótica Amore se está vendiendo mucho. La gente está disfrutando», cuenta la propietaria de La 2 de Viladrich.
En cuanto a infantil y juvenil, Gertri Adserà destaca un cambio de rumbo. «Ha disminuido la venta de YouTubers, en beneficio de la del libro de toda la vida, cosa que a mí me parece positiva. Y por géneros, hay mucha variedad. Les gusta mucho el misterio y la fantasía». La diversidad predomina de unos años a esta parte y en esto coinciden tanto Gertri como Ricard. «Antes se publicaba un libro determinado y se vendía mucho, pero ahora cada vez más se venden más de muchos», dice el propietario de La Capona. En este sentido, asegura que «saldrá lo que llevamos un tiempo vendiendo porque el libro que se publica muy enganchado a Sant Jordi no tiene recorrido, no tiene tiempo de que la gente lo conozca. Sobre todo se vende mucho la novela o el libro en catalán. Está funcionando muy bien Xavier Bosch, Jaume Cabré o Albert Om, Mendoza y María Dueñas». Asimismo, Ricard revela que a pesar de que la ciudadanía en general está cansada de la pandemia, también triunfa A cor obert, de Oriol Mitjà. Y, por supuesto, los autores locales, Alfons Cama o Joaquim Biendicho, por ejemplo. Así como libros para regalar, de Tarragona, el de las fallas o la Casa Navàs de Reus. Luego están los del boca oreja, como es el caso de Panza de Burro, de Andrea Abreu o Niadela, de Beatriz Montañez. «Este último no será un best-seller, pero es una sorpresa. Personalmente, lo tengo en cartera». No es el único porque como todo lector empedernido, Ricard tiene «una pila de libros» que le esperan. Sin embargo, de entre los últimos que ha devorado destaca Jo, que no he conegut els homes, de Jacqueline Harpman, de Edicions del Periscopi. «Una editorial que está acertando. Cuando acabas lo acabas, reflexionas sobre si podría suceder lo que plantea».
Lo que sí es cierto es que los tiempos han cambiado. Y Ricard, quien lleva media vida en el sector, recuerda que hace 15 años «se aprovechaba este día para vender el fondo de las librerías, para que la tienda se quedara un poco más esponjada. Ahora no. Llegan tantas novedades que en lugar de vaciar, cargas. La novedad hace que no puedas trabajar el fondo, que no puedas trasladarlos a la parada. Todos los libros tienen que salir por Sant Jordi. Pero, ¿por qué?», se pregunta.