Antonia Singla nació a finales de los años cuarenta en el Somorrostro, un barrio de barracas en la playa de Barcelona. Allí creció junto a su familia y sus animales, a los que adoraba. Al haber quedado sorda al poco de nacer, tampoco aprendió a hablar. Así que sus vecinos la apodaron ‘La Múa’. No obstante, aprendió a bailar sin escuchar la música, convirtiéndose en bailaora de culto a nivel internacional, y países como Alemania la consideraron la mejor del mundo.
Así, al ritmo de la bailaora, el Festival REC inauguró ayer la primera de las Sesiones Vermut en el Teatret del Serrallo con la proyección de La Singla, de la directora Paloma Zapata. A cada taconeo y compás de la guitarra el público contenía el aliento, puesto que la mirada, el ímpetu y el coraje de la bailaora, apodada Antoñita ‘La Singla’, traspasaba la gran pantalla.
Combinando imágenes de archivo, pasado y presente, el filme explora la danza como expresión, y la performance como sentimiento profundo. Por todo ello, La Singla no es un documental al uso. «Cuando empecé a rodar la película casi no tenía información de la bailaora, así que me planteé estructurar el filme como una búsqueda de la persona; entonces, es como un thriller a través del cual se reconstruye su historia», explica Paloma Zapata.
En este contexto, la cineasta también quiso reflejar «como la danza de Antoñita ‘La Singla’ y la forma de expresarse también tienen que ver con su mundo interior y con el hecho de que fuese sorda; nació en un barrio muy pobre y no tuvo acceso a ningún tipo de educación, pero a su alrededor todo respiraba flamenco». Por consiguiente, Paloma Zapata subraya que «La Singla adoptó el baile como una herramienta para expresarse y comunicarse».
Fruto de su trayectoria profesional en el sector de los vídeos musicales, en el documental Paloma Zapata da prioridad al ritmo «porque era lo que Antonia interiorizaba; su madre le enseñó los diferentes palos flamencos chasqueando los dedos, y ella golpeaba muy fuerte el suelo con los pies, ya que así sentía las vibraciones».
Si bien, la vida de Antoñita ‘La Singla’ estuvo llena de contrates y lejos de ser profeta en su tierra. «A pesar de tener un gran éxito internacional, su vida también es una historia de aislamiento», afirma la directora del filme. Como anécdota, Paloma Zapata explica que «el pasado viernes, en el preestreno en Santa Coloma de Gramanet, donde ella vive, asistieron familiares y amigos, pero se produjo la paradoja que, aun conociéndola, desconocían su historia y que se había codeado con Marcel Duchamp, Jean Cocteau o incluso Dalí».
Proyecciones previas
Así, con el todavía eco de los tacones de Antoñita ‘La Singla’ golpeando el tablao, las proyecciones previas del Festival REC continuarán esta semana. Concretamente, el Teatret del Serrallo acogerá la proyección de El sueño de la sultana, de Isabel Herguera (12 de noviembre, 12 h) y de una película todavía por descubrir, que se podrá ver el 19 de noviembre.
En cambio, el Museu d’Art Modern de Tarragona será el escaparate de nuevas voces del cine familiar con el RECXics, los días 12 y 19 de noviembre a las 11.30 horas, y los filmes Nina i el secret de l’eriçó y Tres lladres i un lleó. En CaixaForum Tarragona la programación se estrenó la semana pasada con Goodbye Julia, y continuará este jueves con Milisuthando (19 h), Entre las higueras (16 de noviembre, 19 h) y La Noire de... (23 de noviembre, 18 horas).
Por último, el Festival REC y el Espai Jove Kesse se han aliado en el proyecto Mira’m, que incluye las proyecciones de System Crasher (10 de noviembre) y The Lost Boys (17 de noviembre).
«El programa que hemos configurado para este mes de noviembre tiene mucha relación con la mujer, en el caso de las Sesiones Vermut son filmes dirigidos y protagonizados por mujeres», detalla el director del festival, Xavi Puerto. A todo ello, proyecciones como La Singla son un ejemplo del talante del Festival REC en cuanto, según palabras del director, «al diálogo con la multiplicidad de expresiones que se plasman en el audiovisual; en este caso, el cine se fusiona con la danza lo que contribuye a acercar los sentimientos de la protagonista a los espectadores». De esta manera, las jornadas previas del Festival REC son un tentempié cinematográfico irresistible.
En el filme ‘La Singla’ se combinan imágenes de archivo y se explora la danza como expresión
