Rai Puig nació en 1985 y vivió hasta los 18 años en Tarragona, antes de irse a estudiar fuera. Es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEFC), además de monitor de piragüismo y guía de kayak de mar. Por placer y por trabajo, empezó a viajar por el mundo. Así, ha trabajado y vivido en diferentes países y dentro de Catalunya, también ha residido en la Costa Brava, los Pirineos, Mallorca y actualmente en Girona.
Su última aventura ha sido grabar Gent de Mar (TV3), un conjunto de cinco episodios mostrando la Costa Brava a bordo de su kayak. Para él, el deporte siempre ha sido importante y en sus aventuras y expediciones por el mundo le ha acompañado una cámara, para mostrar todas las experiencias y descubrimientos.
¿Qué le llevó a adentrarse en la aventura de ‘Gent de Mar’?
He realizado expediciones en solitario en kayak por Alaska, Papúa, Groenlandia y Patagonia. En estos viajes, a pesar de que me grababa, pensaba que ojalá hubiese alguien que grabase las cosas que me pasaban, desde una conversación con una persona que aparecía a mi lado, u otras experiencias totalmente fortuitas, que no esperaba. Gent de Mar está inspirado en estos viajes que he hecho recreando estas escenas. Cuando miras el reportaje de cinco capítulos, parece que hay una continuidad, que el hilo va viajando de un personaje a otro. Hay personajes que me encuentro en el mar o en una barca, y otros en una cala o en las rocas, incluso personas que me hacen de anfitriones del pueblo.
¿Cómo ha sido la experiencia de grabar ‘Gent de Mar’?
Ha sido muy potente, intensa y he podido aprender mucho. Hasta ahora había hecho otros documentales en internet sobre mis aventuras en kayak y expediciones en solitario. Pero claro, una cosa es grabarte a ti mismo cuando te vas de viaje y sin guion, con la GoPro, el dron y la cámara, y Gent de Mar es un programa de televisión, guionizado, con unos cámaras que te siguen, por no hablar de toda la logística que hay alrededor. Para mí, ha sido la producción audiovisual más complicada desde el punto de vista de la logística.
¿Cuándo empezó la grabación del programa?
Empezó en octubre del año pasado y ha acabado esta primavera. No hemos estado grabando cada mes, pero ha habido mucho trabajo de preproducción: buscar financiamiento en los ayuntamientos donde íbamos, toda la logística de barcas, coches y gente que ha participado de forma directa o indirecta, guion, equipos de cámaras, la productora...
¿Qué le parece el resultado?
Aunque ha sido muy rocambolesco, estoy muy satisfecho con el resultado de todas aquellas experiencias que tenía pensadas previamente en mi casa, ya que las he podido hacer realidad y creo que ha quedado un hilo conductor interesante.
¿Ha servido ‘Gent de Mar’ como reclamo turístico y manera de vender la Costa Brava?
Sí, totalmente. A los ayuntamientos que han participado activamente, que han sido casi todos, les dijimos que la idea también era que el reportaje mostrase los pueblos de la Costa Brava y que sirviese como escaparate. El programa también es un reclamo turístico para nosotros mismos, los catalanes.
¿Qué descubriremos?
Mucha gente conoce solo los cuatro pueblos más famosos y hay que tener presente que la Costa Brava son más de dos cientos kilómetros, por lo que hay muchos tipos de territorio. La zona norte con el Cap de Creus y las rocas puntiagudas, con los Pirineos acabando en el Mediterráneo; la Costa Brava Central con sus humedales, dunas y acantilados de granito con cuevas e islas; y también la zona sur con sus fantásticos pasos estrechos, playas de arena fina y pinares al lado del mar. Hemos podido dar relevancia a pueblos que no son tan conocidos y que no tienen tanto turismo, pero que también tienen paisajes muy interesantes. Mucha gente me dice: Gracias a tu programa, he descubierto una Costa Brava que no conocía, incluso gente de Girona.
¿De qué manera ha encontrado la Costa Brava en su expedición?
Hemos grabado una Costa Brava invernal, ya que el rodaje ha sido en invierno y principio de primavera. Mucha gente piensa que en esta época el mar cierra, que solo se puede ir a la playa en verano; y es una lástima porque tenemos un clima mediterráneo que nos permite disfrutar del mar y de la costa todo el año. Mostramos el lado más salvaje de la Costa Brava, entornos privilegiados e idílicos, pero sin barcas ni gente.
¿Hay que cambiar de mentalidad?
Muchas veces, la gente local masificamos el territorio en verano, vamos todos a la misma cala cuando simplemente es hacer un cambio de chip. En el norte de Europa dicen, no hay frío, hay mala equipación. Al final es equiparte con buen material y hacer actividades náuticas en invierno para disfrutar del fantástico territorio que tenemos, tanto la Costa Brava como la Costa Daurada.
¿Qué conlleva la masificación?
Muchas barcas fondeadas en campos de posidonia, mucha gente utilizando los recursos y una masificación de las playas. Gent de Mar es un homenaje a todas aquellas personas que viven de cara al mar durante todo el año, y que tienen un vínculo con el mar también en invierno.
¿Cómo se podrían fomentar las actividades náuticas en invierno?
Debería haber un cambio de paradigma de las instituciones y los ayuntamientos. Al final, es un pez que se muerde la cola. Si los ayuntamientos no facilitan que las empresas puedan abrir durante el invierno, los turistas no vendrán y si los turistas no vienen, las empresas no abren. También deben darse facilidades para abrir empresas durante todo el año, o al menos alargar la temporada que, actualmente, está reducida a julio y agosto, y parece que fuera de esos meses no se puede disfrutar. Aunque la mayoría de personas tiene vacaciones en estos meses, también existen los fines de semana, que se pueden aprovechar. Debería facilitarse la oferta turística y de ocio durante todo el año.
¿Qué ventajas tiene el otoño?
Los otoños son más cálidos e incluso, por mi experiencia en actividades náuticas, hay mejor mar en esta época que en verano, que es cuando por las tardes sopla más el viento de Garbí. Fuera de los meses de más calor, a no ser que cojas una semana de muy mal tiempo, es época de bonanza y hay unos mares increíbles para ir en kayak, hacer paddle surf, caminar, nadar o hacer submarinismo. Al final es cambiar el chip.
¿Qué significa para usted el kayak?
Para mí, el kayak es la bicicleta del mar. Es un medio de transporte de impacto cero que no hace ruido ni deja rastro y que tú decides la velocidad y la dirección a la que vas. El kayak se desliza por encima del agua y con muy pocos medios y recursos, y con cuatro nociones, te puedes adentrar en el mar o al menos costear y recorrer el territorio. Es una embarcación anfibia muy versátil y a mí me ha dado muchas alegrías permitiéndome viajar por el mundo.
¿Todavía es poco conocido?
Es un deporte que no es muy conocido aquí, pero yo animo a la gente a practicar ‘la bicicleta del mar’. De hecho, en el reportaje se quiere mostrar una nueva manera de recorrer la costa, siendo respetuosos con el medio ambiente. Para mí, el kayak es la embarcación por excelencia de la exploración y la aventura. Desde el mar se tiene una perspectiva diferente porque el kayak, al ser una embarcación anfibia, es la que más cerca va de la costa, y puede pasar por cuevas y calas. Creo que con Gent de Mar se ha ofrecido una visión de la Costa Brava que hasta ahora, y humildemente lo digo, nadie había mostrado, encima de un kayak.
¿Cuál será su próxima aventura?
La más inminente, y seguramente la más importante de mi vida, es que seré padre. Además de esta, me gustaría hacer alguna expedición a la Antártida, que es el último continente que me falta por visitar y recorrer. Pero todavía es un proyecto que está en el aire. Por último, estoy escribiendo un libro sobre mis viajes en kayak.