«Lo que me da rabia es que yo tengo que impostar mucho la voz para que suene a Sabina. A Ernest la de Serrat le sale sola, y va a cobrar lo mismo», bromea Jan Cruz. El cantante de Vallmoll y Ernest Bertran, de Valls, han recreado la mítica gira Dos pájaros de un tiro que Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat realizaron en 2017. Ellos han denominado al espectáculo Dos pájaros al vuelo y lo presentan esta noche en el polideportivo municipal de Roda de Berà. La entradas están agotadas desde hace días.
A Cruz, que lleva ocho años interpretando a Sabina, se le ocurrió la idea de montar este tributo cuando le hablaron del «color de voz» de Ernest Bertran, el cantante del grupo La Tieta Clara, que lleva más de 50 años soportando que le digan que su voz es idéntica a la del cantautor de Poble Sec. «Pusimos una base para probar, y fue perfecto desde el primer momento. Entrábamos justo cuando tocaba, nos metimos en el personaje en seguida. Además, nos lo pasamos muy bien ensayando. Un gustazo», afirma Bertran.
El plan ya estaba en marcha: junto con La banda tributaria, formada por miembros de La Big Band de Tarragona y liderada por Paco Martín, montar una gira tributo exacta a la realizada por Sabina y Serrat. Las mismas canciones, las mismas coreografías, la misma iluminación y vestuario. Hasta réplicas de los taburetes que los artistas utilizaban en el escenario.
Once músicos, dos coristas y un concierto de gran formato para el que solo sirve un escenario de, al menos, 12x10 metros. Sin reparar en gastos.
La Covid agudiza el ingenio
«Durante la pandemia te da tiempo a pensar tantas cosas... ¿Cómo arrancamos la temporada? Y recordé la gira de Joaquin Sabina y Joan Manuel Serrat de 2017, que fue una pasada», dice Cruz. En ese momento se cimentó la idea en su mente: «Si salgo de esta, la monto a lo grande». Sin embargo, la idea inicial de Jan Cruz era cantar únicamente «por Sabina». Ahí es cuando entran en juego Paco Martín y La Big Band. Estando con ellos alguien cantó una canción de Serrat y, al oírla con arreglos de orquesta, Cruz supo lo que se debía hacer: ponerse a buscar un Serrat.
Le hablaron de Ernest Bertran. «A mí siempre me han dicho que tengo la voz muy similar a Serrat. Es una mochila de la que no te libras, porque no hago nada para que suene así, es como canto», dice Bertran. Al oír la oferta no las tenía todas consigo: «Esto es un proyecto enorme, y yo ya tengo 70 años, irme ahora a dar vueltas por ahí... creo que me vendrá grande». Pero al comentárselo a su familia, esta le ofreció muy buenos argumentos: «Pero, ¿tú estás tonto? Si es la oportunidad de tu vida, siempre has querido tocar con una orquesta grande». Bertran no pudo hacer otra cosa que aceptar.
Con 25 personas y dos tráilers para el equipo de sonido, este espectáculo solo puede llevarse a cabo en espacios grandes. «Al principio iba a ser algo muy íntimo», comenta Cruz. Entonces, los aforos aún estaban reducidos por los protocolos sanitarios antcovid. «Primero eran unos 200, eso no duró, subimos a 400, a 500 y pasaba lo mismo. Al final llegamos al polideportivo de Roda, en el que caben 1.000 personas, no se llenará. Se llenó en una hora y media».
Antes del concierto de hoy, a las 19.30h, aún resuena la despedida de los artistas: «Quiero ser profeta en mi tierra» dice Bertran. «Y estamos abiertos a contratación», apunta Cruz.