«Artistas plásticos, pintores, escultores, poetas y escritores han unido esfuerzos para realizar una serie de esculturas y poemas visuales instalados en los caminos de la Terra Alta». Esta es la razón de ser de la propuesta Art al Ras, que nace de la idea de Jesús Pedrola de impulsar un proyecto escultórico por los caminos de la comarca. Así, junto a Josep Cañada, de la asociación cultural Zero mig partit pel mig, con sede en Corbera d’Ebre, el itinerario se convirtió en una realidad en el año 2001.
«A Jesús y a mí nos une una amistad, por lo que un día hablamos de la idea de que la mejor manera de impulsar el proyecto era involucrando a los ayuntamientos de la comarca y otras instituciones. Para ello, presentamos el proyecto cultural y escultórico ante el Consell Comarcal de la Terra Alta», explica Josep Cañada. En este sentido, cabe destacar que la iniciativa suma el apoyo, además de la institución comarcal, de los doce ayuntamientos de la comarca, de los particulares que han cedido sus tierras para colocar las obras y de diversas asociaciones de la Terra Alta.
La esencia
En cuanto al espíritu artístico de Art al Ras, él mismo destaca que «la filosofía es ecologista, en tanto que cuando paseas por el territorio puedes disfrutar de diferentes esculturas que siempre mantienen una relación con la naturaleza. En general, hay muchas obras que están diseñadas con materiales hallados por los artistas en el mismo lugar donde se encuentran las esculturas». Asimismo, las obras, que están hechas con técnicas diversas y teniendo en cuenta los materiales que podemos encontrar por los lugares de la comarca (madera, piedra, arcilla, hierro, etc.), están distribuidas por los caminos y los doce pueblos de la Terra Alta, que a través de Art al Ras quedan enlazados en un mismo recorrido.
Por su parte, Jesús Pedrola hace hincapié en que «Art al Ras es una excusa y una motivación para poner en valor la comarca de la Terra Alta a lo largo de los 140 kilómetros que unen diferentes caminos del territorio», y asegura que la pretensión de la iniciativa «no es mostrar obras espectaculares, sino su integración con la naturaleza, que es un aspecto fundamental en la aportación escultórica y artística que ha hecho cada uno de los creadores».
Entre las obras destacan Formats a la natura, del escultor Mariano Andrés; L’espant, de Manuel Andreu; o Desapareguts, homenatge a les ‘Madres de la Plaza de Mayo’, de Rubén Borré.
«Lo que piden las Madres de la plaza de Mayo y las abuelas de la plaza de Mayo es saber donde han ido a parar los cuerpos desaparecidos de sus hijos y nietos secuestrados y muertos por la cruel dictadura militar durante los años 1976 – 1983. A través del hueco de la escultura se ve el cementerio de Corbera d’Ebre, que simboliza lo que las ‘madres’ y ‘abuelas’ querrían: un lugar para enterrar a sus seres queridos», comenta el artista plástico nacido en Buenos Aires sobre su obra.
En este sentido, la semana pasada se celebró, frente a la escultura, un acto de reconocimiento a Hebe de Bonafini, presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo, fallecida el pasado mes de noviembre.
«Con Art al Ras, trasladáis el arte al territorio y ponéis en valor la comarca en sí. Y actos tan importantes, podemos extrapolarlos a nuestra propia historia, porque al final son unas madres que buscan a sus hijos desaparecidos, y todos tenemos a nuestro alrededor algún conocido que todavía está buscando a sus familiares desaparecidos durante la Guerra Civil», dijo la presidenta del Consell Comarcal de la Terra Alta, Neus Sanromà.
De este modo, a día de hoy Art al Ras suma 50 esculturas, si bien la intención de los impulsores del proyecto cultural no es conformarse con la cifra, puesto que «la idea es llegar a las 75 obras, ya que el proyecto todavía sigue vivo con la intención de crear en el espectador la idea de unión entre el arte y la naturaleza».