Vila-seca quiere acabar con la barrera urbana que suponen las vías del tren. Adif trabaja desde hace unos meses en un proyecto para renovar la estación del municipio e integrar su infraestructura dentro de la trama urbana. Mientras, el Ayuntamiento lleva tiempo pidiendo mejoras al administrador de infraestructuras ferroviarias y se ha reunido en reiteradas ocasiones para impulsar lo que ha llamado el «parque de la estación» y dar un cambio de imagen a todo este entorno.
Entre las peticiones que el Ayuntamiento ha hecho llegar a Adif, se encuentra la ampliación de los pasos inferiores para salvar la línea del tren. Actualmente, únicamente se dispone de un puente elevado para peatones, junto al castillo, y el paso de la antigua N-340, en la avenida Ramon d’Olzina. Ahora, el consistorio ha reclamado crear dos nuevos pasos, exclusivamente para peatones, que se situarían junto a la estación y detrás del CAP.
«Proponemos disponer de tres pasos en total y hacer de todo el ámbito alrededor de las vías un ámbito muy permeable porque la ciudad se debe abrir al polígono», defendía hace unas semanas el alcalde, Pere Segura. Esta actuación, además, se integra dentro del proyecto de transformación del barrio del Colomí que el Ayuntamiento ha presentado con el horizonte puesto en 2030.
La petición ya se encuentra en manos de Adif, que encargó el pasado mes de diciembre un anteproyecto para la adaptación de la estación de Vila-seca «a las nuevas necesidades ferroviarias y a los nuevos condicionantes del entorno urbano». Esta apuesta llega tres años después de la entrada en funcionamiento de la variante del Corredor Mediterráneo, que ha supuesto multiplicar el número de trenes que pasan por la localidad. El anteproyecto debe servir para remodelar el edificio de viajeros, pero también para integrar la estación al entorno, lo que incluiría los dos pasos que ha solicitado Vila-seca. La previsión es que, en un par de meses, Adif disponga ya del documento para empezar a definir esta transformación.
Más amplitud en Ramon d’Olzina
Los dos nuevos pasos que debería acometer el Estado se sumarían al puente que existe actualmente en la avenida Ramon d’Olzina. En este punto, uno de los principales accesos al núcleo urbano, se construyó en 2020 una pasarela para que los peatones puedan pasar con seguridad, a una altura diferente a los vehículos. Sin embargo, el desarrollo del futuro tren-tram del Camp de Tarragona supondrá volver a transformar este puente para permitir el paso de los tranvías hacia la estación de ferrocarril. Así, el proyecto de la Generalitat deberá ampliar el actual paso inferior para dar continuidad a la avenida Ramon d’Olzina con un aspecto similar al resto de la vía.
De acuerdo al estudio informativo que encargó Ferrocarrils de la Generalitat, el trazado del tranvía se bifurcará justo en este punto de Vila-seca. Tras la rotonda de la calle Galceran de Pinós, saldrá un ramal en dirección a Tarragona, que se unirá al trazado del tren convencional, y otro que continuará hacia Reus. En este caso, la vía pasará por debajo del tren y transcurrirá por el polígono L’Estació, hasta llegar a la estación, que actuará como intercambiador para enlazar con el resto de servicios de Rodalies. La parada del tranvía está contemplada en paralelo a los actuales andenes del tren, pero por la parte del polígono Alba. Ese es precisamente uno de los argumentos del consistorio para exigir los pasos inferiores: garantizar la intermodalidad y el acceso de la ciudadanía al tranvía.
Espacio para las cocheras y talleres del futuro tranvía
Con el anunciado despliegue del tranvía del Camp de Tarragona, entre 2026 y 2028, Vila-seca contará con tres estaciones y albergará también la parte logística de toda la infraestructura. El estudio informativo encargado por la Generalitat sitúa en el municipio las cocheras y talleres, un espacio que irá al otro lado de la A-7, junto a las actuales vías del tren. El edificio de mantenimiento será una gran nave de unos 6.000 metros cuadrados, mientras que las cocheras dispondrán inicialmente de una playa de tres vías con capacidad para estacionar nueve tranvías. Por otro lado, el espacio tendrá un edificio de oficinas, con vestuarios y salas de descanso, despachos y el centro de control.
En paralelo a la integración urbana del tren, Adif instalará próximamente siete barreras acústicas junto a las vías para reducir el ruido de los trenes a su paso por Vila-seca.