Vila-seca, municipio universitario

Crónica. La URV realiza un ‘tour’ por los cinco campus de la provincia para resaltar la reactivación de los estudios superiores en Tarragona (50 años), el nacimiento de la Rovira i Virgili (30) y en el caso de esta ciudad del Tarragonès, el 20 cumpleaños de su sede 

08 marzo 2022 19:40 | Actualizado a 11 marzo 2022 12:05
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Vila-seca viajó un par de horas al pasado. Entró en el Castell, símbolo del origen de la localidad, y celebró el triple aniversario vinculado con los estudios universitarios: los 50 años de la reintroducción en Tarragona, los 30 de la creación de la URV y los 20 del nacimiento de la Escola Universitària de Turisme i Oci (EUTO), precursora de la actual facultad.

No solo las efemérides pararon las manecillas del tiempo en el Castell. Dos alcaldes históricos hablaron desde el atril. El primero Joan Clavé, primer batlle de la democracia (1979-83) y actual responsable de las Aules de la Gent Gran en la ciudad. El segundo, Josep Poblet (1993-2019), el mandatario local que hizo posible que la URV anclara un campus en la ciudad.

La presencia de Poblet en eventos públicos, desde que dejó el cargo público, es casi imperceptible. Ayer fue el primer acto en el que tuvo protagonismo. Con el mismo porte de su etapa como máximo representante de Vila-seca, hizo gala de su oratoria. Y en un discurso más breve del que nos tenía acostumbrados, dejo unas pinceladas cronológicas de la URV en Vila-seca y la importancia de su asentamiento en la ciudad.

Y aunque ayer en el Castell no se mencionara en ningún parlamento, hay que recordar que Vila-seca no era la candidata deseada para albergar este campus. Salou era la primera opción. Pero la capital de la Costa Daurada no supo ver la importancia de la oferta y la desestimó, dejando pasar un tren que difícilmente volverá, más aún con el proyecto de desmantelamiento de las vías (permítanme la licencia).

Volviendo al evento, la URV empezó el acto con un vídeo elaborado por la propia universidad para explicar de forma amena y visual la llegada de los estudios universitarios a estas tierras meridionales de la mano del Cardenal Cervantes, en el siglo XVI, la supresión de los mismos tras la Guerra dels Segadors y la reactivación en el siglo XX, como extensión de la Universitat de Barcelona. El vídeo terminaba con el nacimiento de la URV y los logros acumulados en estas tres décadas de vida.

Luego vinieron los parlamentos, empezando por la actual decana de la Facultat de Turisme i Geografia, Marta Nel·lo. Ella remarcó la figura de su antecesor,  Salvador Anton y padre del Parc Científic i Tecnològic de Turisme i Oci. No se olvidó de PortAventura, que junto al Ayuntamiento y la URV firmaron en 2002 el acuerdo para implantar los estudios universitarios, primero en la plaza de Estudi, un espacio urbano simbólico en la ciudad por la docencia pública que se ha impartido de diferentes materias durante muchos años, y luego en el actual Campus, construido por un empresario hotelero de prestigio, Indalesi Salas.

Los discursos contaron, además de los citados, con Xavier Guardià, portavoz de la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT), una alumna, Alba Font, una emprendedora, Mireia Giró, la actual concejal de Ensenyament, Manuela Moya, el alcalde Pere Segura y la rectora, María José Figueras, quien cerró el acto.

Dentro de los elogios y argumentos elaborados para justificar la importancia de los estudios universitarios con el territorio donde se imparten, hubo aquellas anécdotas y comentarios más amenos que arrancaron sonrisas entre el público asistente.

El consumo de alcohol en una barra, ya fuera de fiesta mayor o de discoteca, ha dado  pie a que parte de las iniciativas que a la postre se han convertido en proyectos reales nacieron así, de charlas informales en un ambiente más jolgorioso que solemne. Y entre cubata y cubata los sueños que algunos descartaban por imposibles se han hecho realidad en estas décadas.

El regalo sorpresa

La sorpresa de la velada fue la entrega de la rectora Figueras al alcalde Segura de una placa en la que reflejaba que la ciudad era un municipio universitario. Está claro que el simbolismo de este regalo próximamente se colocará en un espacio público, aunque el alcalde hacia broma de que no sabía en qué rotonda (de las muchas que tienen) lo colocaría.

El acto terminó con un retorno al presente y una fotografía de familia delante del Castell, luciendo orgullosos el cartel de municipio universitario.

Un presente más triste también se recordó al principio y al final del acto. Un minuto de silencio por las víctimas de Ucrania y un «No a la guerra» gritado por Segura, recordaron a los presentes que debemos ser «libres por la sabiduría y sabios por la libertad», la frase en latín que abandera la treintañera URV.

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