Comenzó en 1992 como cuando se empezaba en el grafiti. «No se conocía en las calles. No se veía como una expresión artística». Así que Berok, uno de los grafiteros más venerados de Barcelona se movía buscando paredes.
«Como todos, buscábamos lugares complicados, que fuesen muy visibles para mostrar tu obra». En estos se precisaba de rapidez y de agilidad. Obras que pese a su espectacularidad debían de hacerse en pocos minutos y salir corriendo.
Aprender
Pero Berok también buscaba paredes más ocultas. No tan visibles ni públicas. En las que poder destinar tiempo. «En estas aprendí mucho. Podía estudiar cómo detallar las obras, cómo hacer mejores trabajos».
En 2006 el grafiti ya había logrado el reconocimiento como arte. «El grafiti. Y no los pintarrajos que hacer algunos y que dañan la imagen de los artistas», puntualiza Berok. Porque una cosa es una cosa.
Ahora el artista ha plasmado sus creaciones en una de las paredes del centro Vilarenc Aqua de Calafell. «Me llamaron porque habían visto mis trabajos y me propusieron hacer uno para el centro».
Finalmente Berok ha plasmado el Bot Salvavides de Calafell y el castillo. En una de las paredes de la piscina exterior. Para el artista, que se cuente con creadores del spray supone un reconocimiento a un arte «que cada vez tiene más prestigio y valoración».
Berok ha trabajado para diferentes instituciones, marcas e incluso para deportistas, artistas y particulares que han querido decorar sus viviendas.
Mira cómo hizo la obra en Calafell:
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Más información del artista y de sus obras en https://www.berok.es/