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Hace un mes que en las playas de Calafell se colocaron unas estacas y plantaron 25.000 plantas con el objetivo de retener la arena desplazada por el viento.
En ese corto espacio de tiempo ya pueden verse los efectos con una gran retención de arena en esas barreras de estacas. Con ello se están generando incipientes sistemas dunares que también contribuyen a retener sedimento.
Las plantas autóctonas plantadas y que extienden sus raíces en forma de red a lo ancho y no en profundidad son las encargadas del asentamiento de esa arena retenida por las pantallas. Esas especies autóctonas también ayudan a que el arenal sea más resistente ante los temporales y favorecen la biodiversidad de la zona.
El concejal de Ecología Urbana, Aron Marcos explica que con esos incipientes sistemas dunares las playas están recuperando el aspecto natural que tenían hace décadas.
Para que la función natural siga su evolución es necesario que se respeten las zonas acotadas en las que se han colocado las estacas y las plantas. Pese a que la inicial recuperación ha sido relativamente rápida, la destrucción de lo ganado puede ser en cuestión de minutos.
Extenderla
La iniciativa de acotar espacios de playa en Calafell para plantar especies naturales que retengan arena ya se probó hace unos años. Ante la efectividad se decidió extenderla y el Ministerio de Transición Ecológica financia la intervención ya que se considera que es una iniciativa que puede salvar muchas de las playas amenazadas por la erosión que provocan los temporales y la falta de sedimentos que lleguen de unas rieras que están secas.
La intervención se hace en toda la franja costera desde el Estany hasta Cunit creando reservorios de arena que además de forma natural acaba recolocándose allí donde hace más falta.
La efectividad de la medida es más visible en las zonas donde hace más tiempo de renaturalizaron playas. En algunos puntos se ha ganado un metro de altura de sedimento.
Ahora se espera derribar parte del paseo de Segur de Calafell.
