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Vargas Llosa, el ocelote y la ventana de Calafell que le inspiró ‘La casa verde’

El Nobel de literatura visitó con frecuencia Calafell por su amistad con Barral

14 abril 2025 12:45 | Actualizado a 14 abril 2025 14:18
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El novelista peruano-español Mario Vargas Llosa falleció este domingo a los 89 años. El Nobel de literatura tuvo un idilio con Calafell, a donde llegó, y escribió, algunas de sus novelas como La casa verde o el inicio de Conversación en la catedral, la obra de la que el escritor dijo sentirse más orgulloso.

Llosa, autor de obras célebres como Pantaleón y las visitadoras, encontró un refugio frente al mar de Calafell, en la casa de Carlos Barral, hoy dedicada a museo del escritor y editor y al universo de la literatura latinamericana que ayudó a difundir. Llosa también tuvo una casa en la calle del Carme.

Vargas Llosa visitó en muchas ocasiones Calafell por el vínculo con Barral, como recuerda Danae, hija del editor. «Era un personaje muy familiar. Mario venía a casa muchas veces con su esposa Patricia. Era un uno más de la casa».

L’Espineta

Llosa había recalado en Barcelona, como también hizo García Márquez de la mano de la agente literaria Carmen Balcells. Pero Vargas Llosa estuvo antes en Calafell, un entonces pueblo marinero que no había descubierto el turismo de masas.

$!La Casa Barral de Calafell.

En casa y en el bar que montó Barral a pocos metros, L’Espineta, y que acogió aquellas apasionantes veladas hasta la madrugada. La mujer de Barral, Yvonne, pidió al editor que buscase otro lugar para esas interminables reuniones y de fiesta.

Pero a Mario Vargas Llosa le gustaba aquella tribuna de madera canaria sobre la playa de Calafell y hoy un museo.

Danae Barral recuerda que en una de sus visitas el escritor les regaló un cachorro de ocelote, una especie de gato salvaje que Llosa trajo de la selva venezolana. «Fue protagonista de la playa», recuerda Danae. Aquel ocelote tuvo el nombre de Amadís de Gaula, como uno de los más célebres libros de caballerías. Vargas Llosa y Barral tuvieron una gran sintonía.

$!El museo Barral de Calafell.

En Calafell a Vargas Llosa le gustaba escribir frente al mar en esa tribuna de madera casi colgada en la playa. Y de vez en cuando le gustaba salir a pescar.

Carlos Barral, que fundó la editorial Seix Barral y que editó a los autores del boom latinoamericano, les describió ese paisaje frente al tranquilo mar y muchos de aquellos escritores no lo dudaron y pasaban meses en casa de Barral.

El Congreso

Precisamente este año el Congreso Barral, que en cada edición está dedicado a un escritor con los que el editor Carlos Barral tuvo una gran relación y que contribuyó decididamente a impulsar sus obras, está dedicado a Vargas Llosa. Antes lo fueron García Márquez y Cortázar.

El congreso internacional Carlos Barral permitirá profundizar en la figura literaria de Vargas Llosa. Se celebrará los días 2 y 3 de junio.

Además de su obra, también permite recordar ese boom literario latinoamericano que tuvo un polo de proyección desde Calafell. La muerte de Vargas Llosa también debería volver a colocar a Calafell en el foco de la literatura latinoamericana como un referente cultural.

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