Si Rafa Aguilera, torrense y propietario de la pastelería Cal Jan, tuviese que describir lo que ha vivido durante los últimos seis meses diría que «ha sido una experiencia única». Él, junto con Tonatiuh Cortés, José Manuel Marcos y los suplentes Alfonso Quintero, Daniel Jordà y Miquel Saborit, han formado el equipo español, liderado por el experto José Romero, que la semana pasada participó en la primera edición del Campeonato del Mundo de Panettone por equipos.
La auténtica cuna del dulce, Milán, acogió la gran final del certamen en el que Aguilera y sus compañeros consiguieron cinco premios especiales: mejor trabajo en equipo, mejor mesa, mejor dossier de presentación, así como la segunda plaza del Mejor Panettone de Chocolate y la tercera en el Mejor Panettone Clásico de frutas.
Son subcampeones del mundo y, aunque no se movían por los premios, sino por la ilusión, estos reconocimientos son una demostración de que la repostería del país tiene muy buenas manos que la cocinen.
Hace seis meses que comenzó el proyecto, primero estuvieron preparando el enfoque y el concepto que querían desarrollar y en los últimos cuatro se dedicaron a ensayar las pruebas en la Escola de Pastisseria del Gremi de Barcelona. Ha sido medio año de incansable trabajo para hacer la mejor actuación posible, conviviendo y compartiendo momentos increíbles que recordarán siempre. «Hemos formado una gran familia, era la clave para llegar y competir en condiciones» afirma Rafa. La confianza en un equipo es muy importante para realizar un buen trabajo en cualquier materia de la vida, y el conjunto español del mundial del Panettone ha sido el mejor y, por tanto, merecedor de ese reconocimiento.
Sabían que había mucho a ganar y mucho a perder, y, aunque muchos factores tienen que coincidir para ganar un campeonato mundial, «estamos contentos, agradecidos y orgullosos de nuestra representación. Íbamos con tensión por la importancia del acontecimiento, a nivel mundial todos los sentimientos se multiplican»
El mundial del panettone se celebra cada dos años, el conjunto español no sabe que pasará para entonces, lo que quieren ahora es «saborear lo que hemos vivido y lo que hemos conseguido. Después ya se planteará lo que se hará, si volver a presentarnos o dejar paso a otros compañeros».
Lo que sí es seguro es que el esfuerzo de estos pasteleros ha obtenido una muy positiva recompensa de la que sentirse orgulloso, e igual de orgullo y suerte tenemos los tarraconenses de poder ir a probar uno de los mejores panettones del mundo a la pastelería Cal Jan de Torredembarra y Tarragona.
