«Es repetitivo y ahora mismo empieza a estar descontrolado. Es una falta de respeto total». Con esta claridad, contundencia y enfado se expresan los restauradores de la Costa Daurada ante la falta de compromiso de los clientes que, a pesar de tener reserva previa, no se presentan al restaurante con las pérdidas que acaba generando en el negocio.
«No solo es el hecho que hemos dicho que no a otros comensales que querían venir, es el dinero que perdemos ya que se ha hecho una previsión en producto, personal y en elaboraciones únicas que se pierden».
Ante esta situación que va al alza, algunos restauradores han empezado a cobrar un porcentaje del tíquet medio o bien, un importe que oscila entre los 30 y los 50€ en el momento de hacer la reserva. Este importe cargado en la tarjeta de crédito, se descuenta del tíquet final después de la comida.
A pesar de este medida, los restauradores aseguran que «no es garantía de nada» porque mucha gente da un número de tarjeta falso, pero es la forma que han encontrado para que «la falta de asistencia no salga gratis».
Pep Moreno, presidente de la AEH de Salou y chef del restaurante con estrella Michelín Deliranto, detalla que él implantó esta fórmula en 2019 y aún así, alguna vez se encuentra con clientes que no se presentan.
Moreno explica que, desgraciadamente, acabarán pagando «justos por pecadores», pero que tampoco es justo, ni respetuoso que contratemos un servicio extra, dispongamos de un producto fresco y ofrezcamos una experiencia gastronómica que puede llegar a perderse por que somos restaurantes que funcionamos con reserva. La gente no se plantea ir a ciertos restaurantes sin reserva porque no hay rotación. No cuesta nada avisar».
Desde la asociación de restauradores de Salou aseguran también que hay que entender todos los imprevistos posibles, pero al igual que hay «clientes maravillosos», también hay gente que es maleducada y muy irrespetuosa con el sector de la restauración. Hay que equiparar el compromiso en un restaurante al que habría en otros negocios», asegura Moreno.
En la misma línea se expresa Xavi Martí, presidente de la Associació d’Empresaris d’Hostaleria en Cambrils (AEH), detalla que es un «cambio que tiene que hacerse en bloque y de todo el sector ya que de no hacerlo, los clientes optarán por ir a otros restaurantes donde si no van, no pasa nada».
Martí asegura que es un cambio que «cuesta» tras más de 50 años en el sector, pero que considera «necesario» para evitar pérdidas en el negocio. Según Martí, una mesa de 8 personas que no asiste, puede llegar a representar unos 1.000€ en pérdidas. Por todo ello, desde principios de verano decidió empezar a cobrar 30€ por persona en el momento de hacer la reserva.
Finalmente, Carme Garcia, presidenta del Gremi d’Hosteleria del Baix Penedès sostiene que «es algo que deberíamos hacer todos». «No podemos reservar y jugarnos que después no venga quien ha reservado».
Garcia relata que aplica la medida en reservas a partir de seis comensales. «Y si no pone la tarjeta de crédito, no reservo» ya que se ha encontrado con personas que hacen una reserva en más de un restaurante y a última hora, deciden dónde ir.