Roda de Berà busca formas para acabar con el botellón y los problemas de convivencia que está generando este verano. Ésta es una problemática que denuncian vecinos de varias zonas del municipio y que provoca no solo ruidos, sino también peleas y desperfectos en la vía pública.
Desde la Policía Local han tenido que actuar varias noches para disuadir estos comportamientos incívicos y ahora han pedido al Ayuntamiento que tome cartas en el asunto. Ante este panorama, el consistorio ha optado por recortar el horario de apertura de los establecimientos comerciales, ya que asegura que muchos problemas se generan alrededor de las tiendas que abren en horario nocturno.
El pasado lunes, el alcalde, Pere Virgili, emitió un decreto en el que prohibe expresamente el funcionamiento de establecimientos comerciales más allá de la medianoche y la venta de alcohol después de las 22 horas. Esta norma establece que el horario de venta no puede estar vigente entre las 24 h i las 6 h de la mañana.
Se trata de una medida que se aplicará todos los días del año y a todos los comercios, salvo los que se encuentran en gasolineras o farmacias de guardia. Los negocios que no cumplan con esta normativa podrán ser sancionados con hasta 20.000 euros de multa.
La prohibición de abrir más allá de medianoche no afecta a las farmacias ni a los comercios anexos a las estaciones de servicio, que tienen su propia normativa
Cabe recordar que Roda de Berà está catalogado como municipio turístico por la Direcció General de Comerç de la Generalitat, lo que permite unos horarios comerciales más flexibles que en otras localidades durante todo el año. Aun así, la mayoría del tejido comercial ya cierra a las 21 horas. Sin embargo, en los últimos años han proliferado las tiendas de conveniencia que venden productos de alimentación y bebida prácticamente las 24 horas. Es ahí donde el Ayuntamiento pone el foco.
«Esto ha generado la creación de diferentes puntos conflictivos en las proximidades de estos comercios, a causa de la concentración de personas que adquieren refrescos y bebidas alcohólicas y las consumen en la vía pública a lo largo de la noche y la madrugada», expone el decreto de medidas para garantizar la seguridad pública.
Asimismo, el decreto de alcaldía prohibe la venta de productos alcohólicos a partir de las 22 horas y hasta las 8 h de la mañana, excepto en bares, restaurantes u otros establecimientos destinados al consumo de bebidas en su interior. La actual ley de comercio de Catalunya fija este límite en las 23 horas, con lo que también se acorta en una hora el período de venta de alcohol. En este caso, las multas para los infractores van desde los 3.000 hasta los 15.000 euros.
El decreto de alcaldía prohibe la venta de productos alcohólicos a partir de las 22 horas, una hora menos que antes
Por parte de la ciudadanía, esta medida ha sido recibida con expectación, pero también cierto recelo, ya que reclaman más acciones policiales en puntos conflictivos como el paseo marítimo o las playas y no únicamente alrededor de las tiendas. «En la playa Llarga hay grupos de jóvenes que consumen bebidas alcohólicas continuamente y están gritando y cantando toda la noche», denuncia Rosa, que pide más patrullaje en esta parte del municipio.
Por otro lado, los vecinos también reclaman más espacios de ocio destinados a los jóvenes para evitar este tipo de situaciones. «Yo estoy de acuerdo en que se controle el ruido y el descontrol de algunos jóvenes, pero no en prohibir», opina Lourdes, que dice que «hay gente que se reúne para tomar algo a la fresca y no hace daño a nadie».
La prohibición de abrir más allá de medianoche no afecta a las farmacias ni a los comercios anexos a las estaciones de servicio, que tienen su propia normativa.
