Omar Mohammed Yaki, el hombre que llevaba dos años viviendo en una chabola de Renfe bajo el paso elevado de la vía del tren en Salou, ya está alojado en un hostal de la ciudad. Finalmente, tras varios días de conversaciones, el Ayuntamiento le ha asegurado el hospedaje durante una veintena de días en una pensión del municipio.
Sin embargo, ayer mismo el propio Omar vivió tenso el momento de la marcha, que se produjo definitivamente a las 10.25 de la mañana y después de que estuviera esperando la llegada de los servios de Benestar Social, que no se produjo. Después de varias llamadas, recibió la confirmación de que podía acudir al hostal, donde le estaban esperando. Pero el hombre, que no tiene recursos económicos y graves problemas físicos para andar, se enfadó inicialmente «porque ayer -el miércoles para el lector- cuando vinieron a verme los de Serveis Socials me dijeron que estarían aquí a las 9 de la mañana para hacer el traslado. No me voy a marchar», aseguraba inicialmente para luego rebajar su estado de tensión. Preocupado porque al marcharse se quedara sin cobijo, terminó echando el cerrojo al lugar en el que ha sobrevivido durante estos dos últimos años. Atrás dejará un terreno plagado de mosquitos e insalubres condiciones de vida.
Construirán un aparcamiento
Fuentes del Ayuntamiento de Salou reconocen que Omar «nunca ha ofrecido resistencia a marcharse de la caseta».
La razón aducida para su desalojo es que, según el Àrea de Gestió de Territori, «tal como contemplaba el plan de inversiones para el mandato 2019-2023, la calle Berlín de Salou será objeto de un plan de mejora del asfalto con el fin de convertirse en un aparcamiento disuasorio. Una medida que, según la Policía Local, favorece el interés general de la población, dada la falta de lugares para aparcar que hay en el parque urbano y que está contemplada en el nuevo Pla de Mobilitat para descongestionar el centro del municipio». Así pues, los agentes que le habían visitado en alguna ocasión para informarle de que debía marcharse para la construcción del aparcamiento eran efectivos de la Policía Local.
En la zona ya existe un gran parking público, que se verá incrementado en las próximas fechas, una vez se haya derruido el terreno donde se alojaba Omar.
La propia Policía Local de Salou ya había anunciado que no se tiraría la caseta a tierra ni darían comienzo ningún tipo de obra «hasta que este ciudadano no esté realojado».
Por otra parte, la Policía Local había recogido también «quejas vecinales en tanto que el Sr. Omar vive cerca de edificios y realiza acciones que pueden poner en peligro tanto su seguridad como la de los propios vecinos, como por ejemplo, hacer hogueras para calentarse».
Mientras se está a la espera de que el hombre pueda recibir atención médica, la concejala de Benestar i Serveis Socials, Estela Baeza, señalaba que «hemos actuado tan pronto como hemos tenido conocimiento de la situación». Y recordaba que «en este sentido, Serveis Socials se ha coordinado con todos los departamentos necesarios (Salut y la Policía Local), para poder realizar una actuación conjunta que dé una respuesta eficiente al caso del Sr. Omar», añadiendo que «es una persona indocumentada y en situación irregular, y esta situación complica cualquier trámite a realizar. Asimismo, hay que manifestar que esta persona nunca había pedido ayuda asistencial. Sin embargo, tratándose de un caso especialmente vulnerable, Serveis Socials se hará cargo de buscarle los recursos adecuados que necesite».