Hace unos días finalizaron los trabajos para eliminar pintarrajos en una histórica fuente de El Vendrell. Un equipo de restauración tuvo que eliminar las pintadas que un vándalo había hecho en ese elemento del patrimonio histórico.
La pintada se hizo además poco después de finalizar un proceso de restauración para recuperar la fuente eliminando hongos, cal, suciedad y otras pintadas.
Pero días después de la eliminación del garabato, la fuente ha vuelto a ser atacada con una pintada.
Es el segundo ataque en pocas semanas a la fuente del Pou de Santa Anna en el núcleo histórico de El Vendrell. Ahora deberá volver a intentar eliminarse el pintarrajo.
Todo apunta a que el autor del acto vandálico planea un pulso al Ayuntamiento y al equipo de restauración para volver a pintar una vez acaban los trabajos de limpieza.
La situación indigna a los vecinos que piden mano dura en el caso de identificar a los autores. En este sentido la Policía Local intenta cotejar las pintadas con otras del municipio para intentar localizar a quienes las hayan hecho.
La fuente es una de la que se abrió a principios del siglo XIX en el centro histórico de El Vendrell. Estaban en la calle Carnisseria, que data de 1831 y que entonces quedaba fuera de la muralla de la ciudad, la Font de la Menya, de 1828, la de la calle del Pou (1830) o de la calle Cristina Baixa.
El nuevo ataque días después de la última restauración de la fuente a mediados de octubre coincide con una pintada vandálica sufrida hace unos días en una de las fachadas del Portal del Pardo, el edificio más antiguo del núcleo con unos 500 años de historia.
Además de afear ese patrimonio, los ataques con pinturas dañan la piedra ya que si es porosa penetra en la pared. Ahora comenzarán trabajos para devolver la dignidad a la fuente, pero el temor es saber cuánto durarán antes de volver a ser atacada.
