El próximo viernes a las 7 horas dará comienzo oficialmente una huelga indefinida de recogida de basura y limpieza viaria en Torredembarra. La última reunión celebrada ayer entre la empresa concesionaria –Nordvert–, los trabajadores con la mediación del Departament de Treball de la Generalitat terminó «en avances, pero no suficientes», según reconoció la delegada sindical de la CGT, Raquel Fernández.
En la mesa había tres puntos: el primero hablaba de una revisión de las cuantías de las nóminas y un desglose de pluses, pagas, vacaciones... El segundo punto estaba relacionado con una supervisión de los riesgos laborales y finalmente, el tercero era la unificación de la plantilla bajo el mismo convenio, el de transporte de mercancías por carretera vigente en la provincia de Tarragona.
En los dos primeros, se alcanzó un acuerdo, admitía Raquel Fernández. La empresa se comprometió a revisar las nóminas de los 25 trabajadores y especificar el dinero y bajo qué concepto se abona. También se comprometió a una revisión de los riesgos laborales emplazando a una reunión el día 6 con el encargado de esta faceta en la empresa.
Pero en el tercer punto la negociación se bloqueó. La empresa argumentaba que trasvasar los siete trabajadores que están en el convenio de saneamiento al de transporte de mercancías por carretera acarrearía un incremento de costes en un servicio ya de por sí deficitario.
La CGT reclamaba que este convenio de saneamiento, activado a los 7 trabajadores que se contrataron con el incremento de servicios (básicamente por la recogida puerta a puerta que se hace en algunos barrios de la ciudad) no tiene una tabla salarial y que la empresa decidió la nómina de forma unilateral provocando que un mismo trabajo lo pagara diferente entre dos empleados en función del convenio en el que se basaba su contrato.
La falta de acuerdo en este tercer punto de la mediación de ayer viernes impidió que se desconvocara la huelga, que según la delegada de la CGT no tiene fecha de caducidad y que será permanente toda la Semana Santa, una de las épocas vacacionales más importantes para la ciudad (repleta de segundas residencias).
La huelga se decidió en asamblea días atrás y de los 22 participantes en la votación, hubo 21 votos a favor y uno en contra.
La preocupación municipal
El pasado lunes, el Ayuntamiento se reunió con las dos partes. El alcalde Eduard Rovira y el concejal Joan Torras quisieron conocer de primera mano la problemática y buscar o forzar una solución que no ‘hipotecara’ la Semana Santa torrense.
Sin lograr el propósito, el consistorio está muy encima de las negociaciones y es consciente de que si hay huelga, el problema de salubridad en la ciudad será un problema de difícil convivencia para vecinos y visitantes.
Este lunes se ha convocado una nueva reunión entre Ayuntamiento, sindicato y empresa para buscar una solución a la huelga del día 8.