El hallazgo de restos arqueológicos de época romana pone en entredicho la viabilidad de la construcción de la primera balsa de laminación que tenía previsto ejecutar el Ayuntamiento de Altafulla para mitigar el riesgo de inundación en el Barrio Marítimo.
La balsa debía ubicarse en unos terrenos entre el Karting Altafulla y el camping Don Quijote, pero las exploraciones arqueológicas han sacado a la luz una serie de estructuras constructivas de época romana. El Departament de Cultura de la Generalitat ha recomendado que se realice una cata arqueológica más extensa, con el fin de determinar el alcance de los restos, lo cual implicaría la necesidad de rediseñar el proyecto.
A pesar de que el consistorio no descarta el proyecto inicial, los técnicos ya están estudiando alternativas, como derivar las aguas pluviales de la balsa directamente al mar para hacer frente a las lluvias intensas.
La coalcaldesa, Alba Muntadas, explicó ayer que «ya hace tiempo se hicieron unas catas cerca de la calle Castellers, que también dieron positivo porque se encontraron restos», cosa que hace probable que la segunda balsa de laminado, prevista al otro lado de la carretera, también se vea afectada.