Prácticamente han finalizado, a falta de algunos pequeños detalles, los trabajos de reparación y consolidación del paseo marítimo de Altafulla, cuya estructura se vio seriamente afectada a causa de los temporales de mar acaecidos durante los pasados meses de octubre y noviembre.
Básicamente, la actuación ha consistido en reparar el hundimiento de un tramo del paseo Botigues de Mar y reforzar la escollera de protección del mismo en toda su longitud. El Ayuntamiento de Altafulla se ha hecho cargo de una parte del coste de las obras, la que no ha cubierto Costas del Estado, lo que ha significado una inversión de 100.000 euros, en cifras redondas. El importe incluye también la barrera acordonada del tramo correspondiente al pequeño muro hundido, que delimita el paseo con la escollera, el cual no ha sido repuesto y que actúa como un elemento más del rompeolas.
Las obras, iniciadas a mediados del pasado enero, se han ejecutado a buen ritmo y, tal y como afirmó ayer la coalcaldessa de Altafulla, Alba Muntadas, «la actuación va encaminada a recuperar la imagen que tenía el paseo antes de los temporales que lo afectaron», con la mirada puesta en la cercana Semana Santa, a fin de dejar el vial y accesos a la playa en las mejores condiciones y seguridad.
A propósito de la playa, Alba Muntadas avanzó que no se procederá al depósito de arena antes de la citada Semana Santa, una actuación que sí se contempla posteriormente. Para ello, el Ayuntamiento de Altafulla mantiene negociaciones con el Port de Torredembarra para llegar a un acuerdo de trasvase de arena, procedente de la playa de La Paella, hasta la playa de Altafulla, cuyo vertido no cubriría en ningún caso, la escollera formada por piedras de gran volumen, contrariamente a lo que se hizo en otras ocasiones.
Por este motivo, la coalcaldesa señaló que se abrirán conversaciones con los empresarios de la restauración, que podrán instalar, sin ninguna alteración, sus terrazas en el vial, para ver cómo pueden adaptar la sustentación de las terrazas que se fijen sobre la escollera, al no haber ahora base de arena, de conformidad con el plan de usos de la Generalitat.
El siguiente paso para buscar una solución se dará a principios de la próxima semana, cuando está previsto una reunión del Ayuntamiento de Altafulla, con el Departament de Costes para ultimar la cesión de la gestión del paseo marítimo al municipio y concretar cómo han de ser los accesos a la playa.
Por otro lado, Alba Muntadas manifestó que «se encuentran sobre la mesa del Departament de Costes los resultados de los estudios preliminares que los técnicos de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) vienen realizando desde hace meses sobre el litoral de Altafulla», para examinar el comportamiento de las mareas y sus efectos en la regresión de la playa, el desplazamiento de la arena por las corrientes marinas y la formación de bancos arenosos, a una distancia mar adentro.
A partir de aquí, podría iniciarse la redacción del proyecto ejecutivo para impulsar futuras estructuras, consideradas eficaces, para mitigar la erosión de la playa altafullense, medidas que pasan por la construcción de diques sumergidos o en superficie, a determinar, al igual que su longitud.
