La delegación municipal de Mont-roig del Camp con el alcalde Fran Morancho a la cabeza llega hoy de su tour asiático con una sonrisa de oreja a oreja y una inversión de 600 millones bajo el brazo.
Se hizo público el lunes tras mantener el secretismo al máximo. La empresa ILJIN, de componentes de baterías, abrirá en Europa su primera factoría en el polígono industrial que Mont-roig tiene dibujado en su POUM. 500 puestos, 600 millones de inversión y un golpe en la mesa en la captación de tecnología en el territorio. Esta es la parte política de un acuerdo en que los expertos en la materia aplauden. Ahora solo falta que el anuncio se convierta en una realidad dentro de dos años.
Expertos de la Universitat Rovira i Virgili (URV) creen que la llegada de la multinacional surcoreana atraerá otras compañías relacionadas con el vehículo eléctrico y el hidrógeno verde.
Consideran que la implantación de la empresa de componentes para baterías puede provocar un aumento de firmas de diferentes sectores económicos relacionados con estas tecnologías en Tarragona y en el resto de Catalunya.
Hugo Valderrama, director del departamento de Ingeniería Electrónica, Eléctrica y Automática de la URV, valora que si bien en Sagunto (Comunidad Valenciana) se instalará una gran fábrica de baterías para coches eléctricos, «esto no quiere decir que alguna otra fábrica venga aquí cerca». Destaca que estos vehículos necesitan muchos componentes electrónicos y que ya existen compañías en Catalunya que los fabrican. En este sentido, la presencia de ILJIN es un punto a favor para que más firmas vean el territorio como un lugar donde invertir.
Joan Carles Bruno, profesor del departamento de Ingeniería Mecánica de la URV, comenta que las baterías «pueden ser importantes para el desarrollo de la automoción, pero también para las energías renovables de autoconsumo», valora.
Valderrama también expone que hasta ahora se estaba deslocalizando la industria por sus costes de producción, pero «cuando hay una crisis –como la pandemia–, si confías mucho en el productor y él tiene algún problema y no te llegan las piezas, tu producción se resiente», señala. En caso de que se produzca este incremento de empresas atraídas por la firma surcoreana harán falta muchos trabajadores con formación en el campo de la ingeniería eléctrica y electrónica, pero también en informática o telecomunicaciones. Valderrama advierte que, con el ritmo actual, las universidades no podrán proveer los profesionales necesarios.
Lamenta que en los últimos años muchas universidades han cancelado los estudios de Ingeniería Eléctrica. En la URV, en cambio, se han mantenido. Y ello juega a su favor. Además, se ha creado un máster especializado en tecnologías del hidrógeno y otro sobre tecnologías del vehículo eléctrico, dirigido tanto a alumnos como a trabajadores de empresas como Lear o Idiada que quieren reciclarse y ampliar conocimientos.
El elecfoil, un componente clave
En la futura fábrica de Mont-rojo, ILJIN producirá elecfoil, una lámina de cobre muy fina que se coloca dentro de las baterías y que es indispensable para su funcionamiento, especialmente para el proceso de carga y descarga. «Las láminas hacen de colectores de la corriente de electrones que se genera dentro de la batería y contribuye al transporte de los electrones», explica Joan Carles Bruno.
El elecfoil se encuentra «en todos los tipos de baterías de litio», detalla. Y por eso, este producto «será importante por otras empresas de electrónica», puesto que cualquier aparato que utilice este tipo de baterías lo necesita.