El colegio público Joan Ardèvol de Cambrils ha dado un paso cualitativo en el curso 2020-21. En septiembre el centro se convertía en instituto escuela tras ampliar su oferta educativa e implementar la ESO. Una apuesta que ahora ha hecho que se inicie un proceso de participación para decidir cómo se deberá ampliar el edificio para acoger a todos los grupos de secundaria.
El director del centro, Enric Masdeu, explica al Diari que toda la comunidad educativa podrá opinar sobre las obras que se iniciarán en diciembre de este año. «Queremos dar voz a padres, alumnos y profesores para que nos digan cómo quieren que sea el instituto», afirma.
Hace unos días se celebró una reunión con la subdirectora de construcciones, mantenimiento y equipamiento de centros públicos del Departament d’Educació, Imma Buxadera; el director dels Serveis Territorials d’Educació a Tarragona –Jean Marc Segarra- y los responsables de obras del Departament d’Educació y representantes de la comunidad educativa y de la concejalía de Ensenyament del consistorio para empezar este proceso.
«La señora Buxadera explicó los pasos que seguirá el proyecto, un calendario aproximado y las posibilidades que se abren en hacer una obra importante. El proyecto debe contemplar la ampliación del edificio y las reformas necesarias en la parte ya construida que permitan disponer de un centro para el alumnado de 3 a 16 años, integrado y preparado para dar respuesta a los nuevos retos pedagógicos, tecnológicos, comunicativos y sociales», apunta el director, que añade que el Departament d’Educació se hará cargo del coste de las obras.
En la página web del centro escolar ya se ha publicado toda la información sobre este proceso. La idea es tener todas las aportaciones en un par de semanas, que ayuden a hacer un edificio «funcional y moderno» que responda a las necesidades actuales. Posteriormente se presentará el DPE (Documento Pedagógico de Espacios), consensuado entre toda la comunidad, que servirá para realizar el proyecto.
Obra lista para el curso 2022-23
El director del instituto escuela apunta que esta reforma no se centrará solo en las ocho aulas necesarias para los cuatro cursos de la ESO, también se deberán diseñar nuevos espacios de comunicación, aulas específicas, gimnasio, comedor, sala de profesores o despachos. El objetivo es que el nuevo edificio esté operativo para el curso 2022-23.
Este curso el centro todavía no ha notado esta falta de espacios en su primer año como instituto, con el primer grupo de la ESO ya operativo. «Estos alumnos ocupan las aulas de idiomas y ciencias. Los de primaria se han quedado sin estos espacios pero no los han echado de menos por las restricciones de la pandemia. Pero necesitamos esta ampliación porque el próximo curso ya tendremos cuatro grupos de secundaria. El Departament nos ha dicho que instalará cuatro módulos nuevos prefabricados para el alumnado de secundaria para no perder más aulas», señala.
Masdeu asegura que toda la comunidad está «muy ilusionada» con las obras, en especial, los alumnos de la ESO, que piden taquillas y una cantina. «Tienen una hora para comer y la mayoría come aquí. Traen su táper y tienen un microondas para calentar la comida pero también tienen el servicio de pago. Han dicho que quieren un comedor al estilo británico, mucho más práctico», dice el director.
Precisamente uno de los grandes problemas que tiene el centro es el comedor, que se ha quedado pequeño. «Su capacidad es para unos 60 alumnos y actualmente se quedan a comer unos 200. Es un problema gordo porque tenemos que usar otras aulas y el pabellón como comedor. Estamos al límite», manifiesta.
