La situación de crisis motiva que muchos jóvenes al finalizar la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), con 16 años, opten por seguir formándose. Encontrar empleo es más complicado en la actual situación y las posibilidades pasan por la formación.
Municipios e institutos batallan para lograr módulos formativos con atractivo, pero sobre todo que faciliten la inserción por la demanda en un área próxima a los centros. O que aprovechen industria cercana que asumiría a los estudiantes una vez finalicen su formación.
En el Baix Penedès, de las zonas con más desempleo, se une una escasa industrialización agravada por el cierre de empresas, unos niveles de formación baja y un sector terciario afectado por la crisis, la apuesta por los módulos formativos debe ser prioritaria.
Hacen falta
El Baix Penedès requiere una mayor oferta de módulos formativos. Pese a tener algunos prácticamente únicos en la demarcación como los ciclos medio y superior de Actividades Deportivas, que sólo se imparten en El Vendrell y en Tarragona, faltarían plazas para cubrir la demanda.
Para el módulo de Actividades deportivas, de los de más solicitados, hay 26 plazas y 113 demandas. Una situación similar a la de enfermería o automoción. En este caso muy vinculada a las necesidades del laboratorio de Investigación del automóvil (Idiada) que ha diseñado el programa educativo y permite que muchos que lo completan trabajen en la empresa.
Por nota
El acceso a las plazas de cada módulo es por nota, pero las pocas que hay en algunos módulos hace que muchos se queden fuera y deban cambiar de formación, con el riesgo de desmotivación, o tener desplazarse a Barcelona, si existe esa especialidad preferida. Por eso el Baix Penedès reclama a la Generalitat, que es quien concede los módulos de especialidades y las plazas a cada instituto, que aumente la dotación.
El alcalde de El Vendrell, Kenneth Martínez, destaca la importancia de esta formación. Para encontrar empleo «y facilitar que muchos jóvenes apuesten por seguir formándose y evitar que salgan de la vida académica». Martínez señala que potenciar la formación es dar posibilidades de competitividad a la comarca. Si un joven a los 16 años no encuentra su módulo puede alejarse de la dinámica formativa. Los módulos lo retienen y quizá dos años después los alumnos apuesten por incrementar su formación.
Crecimiento
La complicada situación laboral del Baix Penedès, que además sigue creciendo demográficamente y la matrícula viva está activa todo el año, obligaría a crear más plazas de módulos formativos en la comarca. Y eso que institutos como el Andreu Nin ofrecen una de las ofertas educativas más completas y variadas con módulos en Actividades físicas y deportivas, Administración y gestión, Comercio y marketing, Electricidad y electrónica, Fabricación mecánica, Sanidad, Servicios socioculturales y a la comunidad o Transporte y mantenimiento de vehículos. ,
Padres de alumnos que se han quedado fuera de la especialidad solicitada destacan sin embargo la necesidad de aumenta las plazas o doblar grupos en las especialidades más demandadas.