Cerca de 375 alumnos de todas las escuelas de Cambrils se convertirán en científicos por unas horas gracias a la actividad «Pequeños investigadores», impulsada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) –Catalunya Contra el Cáncer. El objetivo de la iniciativa, que llega al Camp de Tarragona por primera vez, es despertar el interés por la ciencia en los niños de entre siete y ocho años que están cursando actualmente segundo de primaria.
Este mes de marzo se ha dado el pistoletazo de salida a este taller que se alargará hasta abril. Algunos alumnos, como los de la escuela Mas Clariana, ya han realizado la actividad que tiene una hora de duración y que se divide en una parte teórica y otra práctica. Los profesionales del equipo científico del IDIBAPS (Institut d’Investigacions Biomédiques August Pi i Sunyer), el centro de investigación que aborda enfermedades de alta prevalencia, morbilidad y mortalidad, realizan esta actividad que también va a cargo de estudiantes universitarios.
La sesión está pensada desde el primer minuto en hacer sentir a los jóvenes alumnos en verdaderos científicos. Antes de iniciar la actividad se les entrega una bata blanca y gafas de seguridad transparentes, un detalle que les entusiasma para afrontar con más ganas el taller que convierte el aula en un laboratorio.
La primera parte se centra en hablar sobre el cáncer e intentar desmitificar los mitos acerca de una enfermedad que afecta a todos. «Se adapta el lenguaje a su edad para que entiendan el alcance de la dolencia. Se les explica qué es el cáncer y que se puede curar. Tienen ideas preconcebidas, por ejemplo, que la enfermedad te provoca la caída del cabello cuando en realidad es por el tratamiento que se realiza para curarlo», apunta Elena Nolla, coordinadora de la actividad.
Es en esta parte en la que los científicos también manifiestan que la investigación es la mejor herramienta para poder combatir el cáncer y que permite crear medicamentos que actúen contra las células anormales que se dividen, crecen y se diseminan sin control en cualquier parte del cuerpo.
La segunda parte, la práctica, está pensada para fomentar la curiosidad de los niños por la ciencia de una forma divertida y despertar en ellos una futura vocación.
El objetivo del ejercicio es simular la elaboración de nanocápsulas, unas esferas de gel con líquido en su interior que permite la liberación controlada de fármacos, acercándose así al concepto de la nanotecnología. Un experimento que impresiona a los niños porque el líquido cambia de color gracias a un colorante y ellos mismos pueden realizar las esferas con una pipeta.
La sesión finaliza con una actividad que pone a prueba a los alumnos más golosos. Los profesores les reparten unas gominolas pequeñas para crear la molécula de fulereno con palillos, combinando así el juego con un final dulce, ya que los niños pueden comerse las golosinas.
Desde la AECC tienen la intención de implementar el programa en un futuro en otras escuelas del Camp de Tarragona.