Mossos d’Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC) y la Guardia Civil detuvieron la semana pasada, concretamente el pasado 27 de noviembre, a ocho hombres, de entre 21 y 29 años, residentes en Madrid como presuntos autores de 28 robos con fuerza y un delito de pertenencia a grupo criminal.
Las detenciones son el resultado de una investigación iniciada en diciembre de 2023, tras una serie de robos de cable eléctrico en empresas de Huesca, Lleida, Barcelona y Tarragona, todos con el mismo modus operandi.
Las empresas afectadas, dedicadas a procesos que consumen gran cantidad de energía eléctrica (como depuradoras de aguas residuales o deshidratadoras de forrajes), tenían instalaciones eléctricas significativas. Los robos perpetrados en la provincia de Tarragona fueron en Torredembarra, Tortosa y dos en L’Arboç, sumando 4 actuaciones de la banda en la demarcación.
El robo de cable generaba importantes daños en las instalaciones, tanto internas como externas, con líneas desenterradas para extraer el cable. Además de los daños materiales, las empresas sufrían pérdidas económicas por la paralización de sus actividades, muchas veces superiores al valor del cobre sustraído. En el caso de las depuradoras de aguas residuales, incluso se interrumpía un servicio público.
Desmantellem amb la @guardiacivil un grup criminal dedicat al robatori de coure en empreses de Catalunya i Aragó
— Mossos (@mossos) December 5, 2024
Detenim vuit homes a Madrid per cometre 28 robatoris a Lleida, Tarragona, Barcelona i Osca pic.twitter.com/CyHuitpQof
Un ejemplo en Bellvís (Lleida): Usaron una excavadora para destruir canalizaciones y arquetas, causando daños valorados en más de 400.000 euros.
Otro caso en Biescas (Huesca): En la depuradora de aguas residuales sustrajeron gran cantidad de cable, con daños valorados en 20.000 euros.
Organización criminal con base en Madrid
El grupo criminal, residente en Madrid, viajaba a Aragón y Catalunya para perpetrar los robos. Trabajaban de madrugada y vendían el material en chatarrerías al amanecer, ingresando el dinero en bancos antes de regresar a Madrid.
La investigación conjunta de Mossos y Guardia Civil permitió identificar a los miembros del grupo y su modus operandi, que implicaba maquinaria para extraer el cable y una cuidadosa selección de objetivos. Los responsables principales coordinaban los asaltos y seleccionaban las empresas.
Reincidencia y detenciones finales
Cinco miembros del grupo ya habían sido detenidos el pasado 22 de febrero cuando intentaban vender 500 kg de cobre robado en una chatarrería de Esparreguera (Barcelona). Sin embargo, tras quedar en libertad, continuaron con su actividad delictiva en varias provincias.
Finalmente, el 27 de noviembre, se detuvo a ocho personas en Madrid por su presunta implicación en 28 robos con fuerza y pertenencia a grupo criminal. Dos quedaron en libertad con cargos, mientras que los demás pasaron a disposición judicial.
Las empresas afectadas incluyen depuradoras, estaciones de bombeo, industrias alimentarias, metalúrgicas y otras, algunas de las cuales fueron asaltadas más de una vez.