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Cunit es otro de los municipios donde debe haber cambios en la recogida de basuras para acercarse a las exigencias de nivel de reciclaje.
El actual contrato finaliza al acabar 2022 y el Ayuntamiento estudia qué sistema puede ser más efectivo para evitar la situación precaria que sufren los vecinos y para aumentar el reciclado.
Cunit plantea dos modelos que considera se ajustan a las características del municipio. Por un lado está el puerta a puerta domiciliario y por otro el uso de contenedores inteligentes que se abren con una tarjeta identificativa del vecino.
El Ayuntamiento impulsa una campaña de participación ciudadana para recoger opiniones y comentarios de los vecinos sobre el sistema que debe finalmente implantarse.
Recuperar material
Los dos modelos que plantea Cunit son el resultado de consultas a especialistas en gestión de residios y a la Agència Catalana de Residus. El principal objetivo es la eficiancia en la recuperación de material para reducir el coste de la eliminación en el vertedero y poder aprovechar recursos y materiales que pueden reciclarse.
La recogida puerta a puerta consiste en que los vecinos deberán sacar las diferentes fracciones de residuos (envases, papel, orgánico) en el día que toque y en un cubo que estará identificado. Este sistema se ha mostrado muy efectivo y aumenta los niveles de reciclado si los vecinos cumplen. Pero también genera críticas ya que sin una implicación vecinal puede incrementar la suciedad en la vía pública.
Por su parte, el sistema del contenedor inteligente consiste en que los vecinos disponen de una tarjeta para abrir el depósito de resto (el de color gris) y el de envases y latas (amarillo). Con ello se controla que se recicla de manera correcta y además incluso permitiría bonificar en el recibo a los vecinos que mejor reciclen.
La situación de las basuras en Cunit es ahora muy precaria después de que hace años ante las dificultades económicas del consistorio por la elevada deuda y que obligaron a un plan de ajuste funanciero, se recortase el servicio en un 30%.
En todo caso aumentar los niveles de reciclaje y mucho mejor reducir la generación de residios es una necesidad tanto medioambiental como para evitar el encarecimiento de costes que tendrá la eliminación.