Hoy se cumplen cien días de la invasión de Rusia a Ucrania. Tres meses largos en el que muchos de los ciudadanos de aquel país huían de las bombas con lo puesto hacia otros países de Europa, que les abría la puerta de par en par. Algunas de estas miles de familias que salieron durante aquellas semanas de éxodo llegaron a España. Muchas a Catalunya por la frontera terrestre con Francia y desde allí cabía organizar de la mejor forma posible el cobijo de estos refugiados y ofrecerles un alojamiento y manutención de forma temporal.
La llegada de refugiados se gestionó desde Barcelona y Creu Roja fue la encargada de asumir esta compleja operación avalada por el programa de acogida e integración del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El gobierno aporta los fondos y la ONG buscaba la fórmula de colocar a los refugiados que no tenían ni amigos, ni familiares ni opciones privadas para instalarse.
La llegada de refugiados en un año sin guerras en la provincia de Tarragona sería de unos 40. Estos cien días de guerra han desplazado unas 1.500 personas hasta la demarcación y más de 5.000 en toda Catalunya.
Con la agencia del Ministerio y la Creu Roja los hoteles vacíos en primavera fueron el primer objetivo para poder acoger a esta gran cantidad de gente. Usando el criterio de agrupación familiar, edad o estado de salud, todas estas personas se fueron repartiendo por toda Catalunya y alojadas en 37 municipios, 9 de ellos en la demarcación.
Calafell, Cambrils, El Vendrell (en Coma-ruga), Cunit, Vila-seca (y también en La Pineda), La Selva del Camp, Salou y Tarragona han sido los destinos de estos 1.500 refugiados, que se han alojado en hoteles y albergues.
Ahora, pero, la recuperación de la normalidad; la reactivación del turismo de sol y playa y la vuelta del turismo nacional y extranjero ha obligado a un cambio de planes con estos refugiados ucranianos.
Los resorts de La Pineda, Salou, Calafell o Cambrils liberan sus plazas para acoger a otros ‘usuarios’
Fuentes de la Creu Roja explican que es la agencia del Ministerio la que se encarga de buscar y alquilar estas plazas para los refugiados. Y son ellos los que han fijado con los hoteles las condiciones y los plazos de finalización de este contrato.
Creu Roja, sabedora de este fin de contrato, está trabajando estos días en la recolocación de estas personas en otros alojamientos. Recuerdan desde la ONG que desde el primer momento saben que es una acogida temporal y que al llevarlo el Ministerio el desplazamiento puede ser por toda España, aunque se busca que el movimiento sea lo más cercano posible. La cifra de personas desplazadas para dejar espacio al turismo no se ha facilitado.
