Que se está bien y algo más fresquito para soportar el asfixiante calor de las noches.
Es recomendable incluso en las horas nocturnas acercarse a las playas para resistir el sofocante bochorno.
Pero una cosa es dar un paseo, remojarse (con precaución no hay socorristas a esas horas), tumbarse en la arena o incluso llevar una silla y otra montarse una especie de beach club para un botellón de alta gama.
Los caminantes más madrugadores de Calafell se han encontrado en la mañana de este jueves con un sofá en la playa junto al cajón donde se guardan las sombrillas y que ha servido de improvisada barra donde además se han ‘olvidado’ botellas de refresco, de alcohol y vasos.
Además de destacar que el alcohol es un vasodilatador que provoca que el calor corporal ascienda hasta la superficie de la piel haciendo sentir más calor, por lo que ir a la playa a refrescarse ha debido servir de poco. Hay que añadir que la práctica del botellón está prohibida en el municipio. También en las playas.
La situación del botellón preocupa en Calafell. Vecinos de diferentes zonas, como los que viven junto al pies del castillo han denunciado esas concentraciones que provocan ruidos, molestias, además de llenar de basuras el entorno.
El Ayuntamiento asegura que realiza patrullas por las zonas más conflictivas y que si hasta ahora primero se avisaba, se pasará a multar de entrada y posteriormente desalojar la zona.