El proyecto del Hard Rock en Tarragona (concretamente entre Salou y Vila-seca) ha protagonizado este miércoles 21 de febrero la negociación por los presupuestos de la Generalitat entre el gobierno de Esquerra Republicana (ERC) y el grupo de Comuns.
La portavoz del gobierno, Patricia Plaja, aseguró este martes que el acuerdo era «cuestión de días», pero los Comuns han aprovechado la sesión de control al president para advertir de que «el pacto no está maduro».
Así pues, Hard Rock ha centrado la sesión de control al president de la Generalitat. Los grupos de Junts, CUP y Comunes han presionado a Pere Aragonès para que se decida sobre el proyecto turístico (y con casino) previsto en Salou y Vila-seca (Tarragonès) si quiere el apoyo de estos grupos parlamentarios para aprobar los presupuestos de 2024.
Junts y PSC están a favor de Hard Rock, y la CUP y Comuns, en contra. Aragonés ha argumentado que el ejecutivo tramitará el proyecto de acuerdo con la normativa urbanística garantizando la sostenibilidad de cualquier iniciativa, y ha recordado que una mayoría del Parlament está a favor del Hard Rock.
Cid ha subrayado que se abre a pactar los presupuestos con el ejecutivo, pero ha alertado que no lo hará si el Govern «no se planta» en contra de Hard Rock: «Ya le digo que no estaremos», ha avisado el portavoz, en este escenario.
A la réplica, Aragonés ha preguntado si «de verdad» que los Comuns permitirán descarrilar los presupuestos solo por Hard Rock, que ha recordado que ya tiene unos «mecanismos» de tramitación propia, y que cuenta con una mayoría parlamentaria a favor: «Sacrificaremos todo esto por un solo proyecto? Es momento de la responsabilidad», ha concluido el presidente.
Acuerdos de claridad
Por su parte, Batet ha dicho a Aragonés que su gobierno necesita un «acuerdo de claridad sobre que hará con Hard Rock». Y le ha preguntado si incumplirá con el PSC o bien con los Comuns, de cara en los presupuestos.
Los socialistas exigen sacar adelante el proyecto, y En Comú Podem reclama todo el contrario, y el Govern de la Generalitat necesita ambos socios para sacar adelante las cuentas: si no puede contar con Junts.
