El Ayuntamiento de Cambrils ya ha pintado las nuevas plazas rojas de aparcamiento que se habilitarán en los próximos días en el tramo inicial y final de la calle Pau Casals. Se trata de un sistema innovador que busca la mayor rotación posible de vehículos con estancias de un máximo de 20 minutos. Aunque dejar el coche será gratis, un sistema de cámaras se encargará de velar por que se cumpla con el tiempo establecido y, en caso contrario, tramitará las sanciones oportunas de forma automatizada.
Desde el consistorio explican que, de momento, estos espacios funcionan como aparcamiento libre a la espera de que la empresa responsable instale las cámaras que registrarán la entrada y salida de vehículos. En este sentido, el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, David Chatelain, concreta que durante las primeras semanas todavía no se tramitarán sanciones y se hará un seguimiento para ver cómo responde la ciudadanía. Así, estos primeros días tan solo se avisará a los conductores que sobrepasen el límite de 20 minutos para que conozcan el nuevo sistema. La previsión es que a finales de junio las cámaras ya funcionen de manera definitiva.
Aunque todavía está por definir el horario exacto en que estarán activas estas dos primeras zonas rojas, la idea es que las restricciones se apliquen únicamente de día y que por la noche las plazas estén a disposición de los vecinos. Los puntos que se han convertido en zona roja son las zonas de carga y descarga que se habilitaron con el cierre de la Rambla Jaume I y el posterior desvío del tráfico (en el tramo entre la Rambla y la calle Drassanes y entre las calles Roger de Flor y Juan Sebastián Elcano). En total, con una capacidad para entre 20 y 25 vehículos.
La calle Pau Casals será el banco de pruebas de estos nuevos aparcamientos hasta finales de año. Si cumple su función, la intención del Ayuntamiento es replicar este método en otras zonas tensionadas donde pueda haber demanda comercial. «Este sistema está pensado para facilitar una movilidad rápida, que la gente pueda parar unos minutos a hacer una compra o una gestión y que pueda aparcar cerca sin que las plazas estén ocupadas mucho tiempo», explica Chatelain.
Las zonas rojas de aparcamiento es una de las novedades que se han introducido en la modificación de la ordenanza de parada, estacionamiento y retirada de vehículos, que el consistorio acaba de aprobar. El texto regula las diferentes zonas reguladas que existen en el municipio e introduce otra novedad a parte de las zonas rojas. Así, además de las azules y naranjas, que ya existen desde hace años, se fijan las bases de las zonas de aparcamiento verdes, que se prevé desplegar en un futuro próximo. En este caso, se trata de zonas preferentes para residentes (debidamente identificados), que estarán también a disposición del resto de coches, para los que funcionarán como zona de pago con un límite de dos horas al día.
Aparcamientos disuasorios
En cuanto a la necesidad de ganar plazas de aparcamiento para cubrir la demanda esta temporada de verano, Chatelain adelanta que ya están en conversaciones para poder habilitar dos nuevos aparcamientos disuasorios, uno en el entorno del barrio del puerto y otro para dotar el núcleo antiguo. Estos parkings se harían en solares privados y lo que ahora se está negociando es la fórmula para poder disponer de estos espacios. Según el concejal, estos dos aparcamientos disuasorios aportarían entre 800 y 1000 plazas nuevas.
Sale a licitación el servicio de grúa
A finales de 2021, la empresa concesionaria que ofrecía el servicio de grúa para la retirada de vehículos mal estacionados cerró y dejó a Cambrils sin este servicio. Como solución provisional, el Ayuntamiento hizo una contratación urgente para cuando se requiera, pero no dispone de una grúa de forma permanente. Ahora, la empresa municipal de aparcamientos, Aparcam, ha sacado a licitación un nuevo servicio de grúa que establece la disponibilidad de este servicio en función del periodo del año. En temporada alta (verano y Semana Santa), la grúa deberá estar disponible 60 horas a la semana, mientras que el resto del año funcionará solo a demanda. Se hará un contrato de un año, prorrogable en otro más, con un coste de 110.000 euros anuales.