Tras 82 días viviendo en la playa de la Llosa de Cambrils, Olga Prokina y su marido, David Shishkov, que padece un cáncer de hígado, tendrán una vivienda para vivir durante dos meses. Elena Rojas, una madrileña que tiene un piso de segunda residencia en la calle de Molí d’Avall, les ha cedido de manera gratuita el piso para los meses de septiembre y octubre.
Ayer por la mañana en la plaza del Ayuntamiento, donde Jorge Fernández lleva un mes en huelga de hambre, se hizo el acto de entrega de llaves y se firmó el documento entre Rojas y la pareja en el cual se concretaban los detalles de esta cesión temporal.
«Tengo la vivienda desde hace 32 años. Se la dejo totalmente gratis, no me tienen que abonar nada, porque nada tienen», aseguró la madrileña, que añadió que espera que durante este tiempo el Ayuntamiento y Servicios Sociales hagan las gestiones correspondientes para solucionar esta situación de «extrema vulnerabilidad» de la pareja, ya que el hombre tiene una «enfermedad terminal».
Rojas también les ha dado 12 euros -6 para cada mes- para las medicinas de Shishkov y también pagó hace unos días un tratamiento hormonal para Prokina. «No tienen ni un euro», afirmó la madrileña, que mostró su enfado con el gobierno por poner tantos problemas a la pareja y también a Jorge Fernández, que no abandonará la huelga de hambre hasta que no lo empadronen y restablezcan los servicios de luz y agua en la antigua residencia Montemar.
«Este mes he podido comprobar cómo es el Ayuntamiento de Cambrils. He visto tantas injusticias que igual vendo la casa y me voy a otro lado. Me voy muy decepcionada del ayuntamiento que tengo, es una mierda».
Olga: «Nos han tratado muy mal»
Olga Prokina, que se emocionó cuando Elena le entregó las llaves de un piso en el que ya se habían podido asear, aseguró que lo ha pasado «muy mal» viviendo en la playa. «Venían chicos que vendían droga y otros que estaban borrachos y no podíamos dormir más de tres horas por la noche», explicó.
Según relató, ella y su marido vinieron de los países del este hace 18 años y desde 2015 tienen dificultades económicas. Ella es ginecóloga y ha trabajado en el sector turístico de intérprete y guía turística y su último trabajo fue en una farmacia del municipio. «Lucho por tener faena, estoy buscando pero no hay ofertas. Quiero trabajar de lo que sea», manifestó la rusa, que añadió que tanto ella como su pareja «están fatal moral y psíquicamente».
Prokina también denunció públicamente los responsables de los Servicios Sociales y del concejal del área y aseguró que no deberían ocupar estos cargos. «Nos hemos sentido rechazados, nos han tratado muy mal. Este es un ayuntamiento corrupto y ciego. La directora de los servicios nos dijo que como era verano se podía dormir en la playa», dijo.
El matrimonio fue desahuciado el pasado 8 de junio porque no podía pagar los 425 euros del alquiler de su piso. Previamente habían rechazado una vivienda social que les ofreció el consistorio en la calle Colon. «No tenía nada, era una habitación pequeña, no tenía ni agua ni luz», dijo. Por este motivo, decidieron buscarse otra vivienda porque todavía tenían capacidad económica y hace unos meses los echaron.
Ante esta situación, la pareja volvió a solicitar un piso en la Taula d’Emergència, una petición que se les denegó porque ya habían rechazado la primera opción que se les ofreció, siempre según la versión de los afectados.
Pero desde el gobierno niegan esta cronología y aseguran que Servicios Sociales ha atendido al matrimonio desde febrero de 2015 y se les ha gestionado todas las ayudas posibles y se les ha ofrecido varios recursos de vivienda. Según apuntan, Olga y David renunciaron a dos pisos sociales y a un alojamiento temporal de urgencia que se les ofrecíó cuando fueron desahuciados.