El maquinista del Talgo Múrcia-Barcelona del pasado viernes 18 de enero languideció al ver a pocos centenares de metros de su locomotora como unos adolescentes cruzaban las vías a la altura del kilómetro 259,5, entre las ciudades de Cambrils y Salou.
El maquinista cruzaba la zona más turística a toda velocidad, puesto que no paraba el Talgo hasta Tarragona. Al ver a los menores utilizó el pito para alertarles, pero aún así decidió frenar ante el riesgo de llevarse alguien por delante.
El frenazo levantó a más de un pasajero de su asiento, pero no hubo heridos dentro del convoy, han confirmado hoy fuentes de Renfe. Tampoco nadie resultó herido ante el paso del tren de largo recorrido.
El maquinista alertó de la situación: jóvenes cruzando las vías y desde el centro de seguridad de Renfe se llamó a la Policía Local de Cambrils para que tuvieran conocimiento de la incidencia. De hecho, en la misma comisaría también llegó una alerta de chavales apedreando a los trenes.
Una patrulla se acercó al lugar indicado. El aviso entró poco más tarde de las 12 del mediodía del viernes. Allí no quedaba nadie y a pesar de peinar la zona, los adolescentes que habrían cruzado delante del tren ya se habían esfumado.
Renfe ha explicado que el tren llegó a la hora prevista a Barcelona y con el alivio de que nadie resultara herido ante la situación de riesgo existente.