Con la venta de su casa, Giannini Martin pone fin a 36 años veraneando en Calafell. «Porque difícilmente volveremos. Tenemos miedo de que vuelva a suceder». El cartel de «vendida» da tristeza y alivio. Una mezcla agridulce, «porque nunca nos hubiésemos planteado vender».
Pero en noviembre de 2016 su casa de Segur de Calafell fue ocupada de manera ilegal. Cuando los propietarios llegaron para pasar el verano ya no pudieron entrar. Giannini y su mujer Sonia viven en Suiza y al no poder entrar en su casa tuvieron que ir a un hotel y comenzar un largo procesos judicial y de disgustos.
El pasado año
Sólo pudieron regresar a casa en mayo del pasado año. Y la encontraron destrozada. Los ocupantes se lo llevaron todo en tres furgonetas, como explicaron los vecinos. Sólo se fueron después de una sentencia que les obligaba a abandonar la vivienda.
«Cuando explicamos en Suiza que se tardó más de un año en echar de nuestra casa a quien la había ocupado, no lo entendían». Hasta la televisión alemana grabó el estado en el que quedó la vivienda. «Esta situación puede hacer perder turismo e invesores», advertía Giannini Martin.
Perder dinero
Ellos son unos de los que se van. «No podemos estar con la intranquilidad de que no se garantice el derecho a la propiedad». Así que pusieron la casa en venta y a principio de semana encontraron un comprador. Aunque han perdido unos 30.000 euros por el estado en que los ocupantes dejaron la vivienda unifamiliar.
El propietario presentó una denuncia por daños contra la ocupante de la vivienda, pero tiene paradero desconocido. La denuncia todavía está en el juzgado y todavía no se ha incoado como explica el abogado Evelio García, de El Vendrell, que lleva el caso.
El dueño, denunciado
La situación de la casa de la familia llegó a tal punto que cuando la ocupante se negó a salir y el dueño la advirtió de que la sacaría como fuese fue denunciado por amenazas.
La mujer que entró en la casa, en la que vivió con sus tres hijos, explicó que pagó por las llaves 500 euros. Se las ofreció un hombre en el entorno de la estación de Segur de Calafell asegurándola que en la vivienda había luz y agua. Cuando el dueño supo que la casa estaba ocupada cortó los suministros.
Mafias
Según se explicó, en estos casos las mafias de la ocupación ofrecen las llaves por una cantidad que ronda los 500 euros en el caso de viviendas unifamiliares y con todos los servicios. Lógicamente no hay papeles por el medio.
El Gobierno Central preparaba un proyecto de Ley para que en el caso de ocupaciones de propiedades particulares pueda haber un juicio rápido en un plazo de 72 horas.
Avisos
El Ayuntamiento de Calafell pidió a los vecinos que alertasen a la Policía Local de las viviendas que creen están ocupadas de manera ilegal.
Además de evitar ese delito, también se pretende luchar contra las ocupaciones realizadas para plantar marihuana como ya ha sucedido en algunas de las urbanizaciones alejadas del núcleo urbano.
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