Recta final. Estoy en la Rambla President Lluís Companys esperando a la última candidata con la que me toca hablar. Son las 13.15 h y la calidez del sol hace que por un momento piense que ya estamos en verano. Con los ojos medio cerrados por el reflejo del sol veo venir a Raquel Sans, cabeza de lista por Tarragona de Esquerra Republicana.
Me saluda muy sonriente y enérgica y me pregunta si me parece bien que nos sentemos en una mesa al sol. Acepto y pienso que la vitamina C le irá bien para estos días. Le comento que es la última entrevista y bromea con la famosa frase «los últimos seran los primeros». Con este buen humor empezamos.
Sans nació un 9 de junio. Es Géminis. Afirma con la cabeza, comenta que de vez en cuando lee alguna predicción y que está bastante de acuerdo con las características generales que definen a los géminis, y es que se dice que son los reyes de las relaciones y la comunicación. Más allá del signo, Sans me explica que comparte cumpleaños con Jordi Pujol, dato que nos causa una risa conjunta.
Hablamos de la campaña electoral y Sans reconoce que se lo está pasando muy bien, y que si hay una palabra para definirla es «equipo». Le pregunto si Puigdemont es el rival a batir. Me contesta de forma rápida y contundente que no. Y a la pregunta, del 1 al 10, ¿cúantas ganas tiene de que vuelva Puigdemont? Sans también responde muy segura: un diez.
Dejamos la política para hablar de amor, como con el que habla Sans de su familia y de sus hijos, los que hacen que ya empiece cada día con energía y a toda prisa. La conciliación no es fácil pero llegar para leer el cuento cada noche, vale la pena. Y sí, cada noche, Sans dice que no perdonan ni una.
Y si hablamos de las cosas importantes en la vida de Sans, tenemos que hablar de castells. Como buena vallense, lo lleva en la sangre, un ADN que afirma con mucha seguridad que es 100% de la Joves Xiquets de Valls. Me confirma que sus hijos también lo son. Retransmitió partidos del Nàstic de Tarragona cuando estaba en primera aunque reconoce que no es muy fanática del fútbol. El Barça lo sigue, sobre todo el femenino. Es la mejor opción para llevarse alguna alegría, al menos esta temporada.
Hablamos ahora de redes sociales, afirma que le gustan y que le encanta conocerlas y gestionarlas. Se ríe mientras comenta que es de tuit fácil. También tiene Tik Tok. Más allá de crear su propio contenido, siempre profesional, cree que es importante entender una red social tan potente y que, seguramente, dentro de muy poco usará su hija. Le pregunto cuál es el emoticono que más utilitza. Saca el móvil para comprobarlo pero me responde rápidamente que le encanta enviar corazones. Especialmente el corazón violeta.
El sol aprieta cada vez más, aunque parece que Sans no está pasando calor y que es de las que disfruta en una terraza. Le pregunto si viaja mucho y me explica que después de los castells es una de sus grandes pasiones y que por suerte ha podido visitar muchos sitios, casi siempre en familia. Un destino soñado que tiene pendiente es Argentina. Con las ganas con las que me lo cuenta, estoy segura que lo hará muy pronto.
Terminamos con un deseo y una apuesta. ¿Qué le gustaría para Catalunya este 2024? Lo tiene claro: que se resuelva el conflicto político y que cada vez sean más minoritarios los discursos de odio. Y su porra, ¿qué cree que pasará el 12 de mayo? Sans sonríe y me dice que es una persona positiva patológica y que está muy confiada en que su partido ganará.
Me despido de Sans que sigue con la misma buena energía que al principio y que contenta me cuenta que le dará tiempo a comer tranquila. Pienso en la intensidad de una campaña pero también en que estoy segura que llegará a tiempo para leerle el cuento a sus hijos antes de irse a dormir.